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De los dos Pemex, ¿vender también el otro?
E

n el debate del 6 de mayo, sólo López Obrador defendió a Pemex, su integridad y su papel como soporte de la economía nacional. Los otros tres candidatos, con diferentes palabras, antes de la discusión y durante ella, plantearon que las empresas privadas deberían entrar a jugar un mayor papel en Pemex. En realidad, ya hay muchas empresas privadas, sobre todo trasnacionales, por todos lados en Pemex, así que lo que se plantea es el aumento de las mismas a una mayor escala y peso.

Voy a explicar por qué me refiero a dos Pemex. Y sus grandes diferencias entre sí. El Pemex propiamente dicho, lleva a cabo directamente perforaciones, refinación y otras actividades fundamentales. Aunque haya contratos, que los funcionarios no perderán la oportunidad de firmarlos en cuanto puedan, Pemex tiene sus ingenieros, sus técnicos y demás personal, sus equipos de perforación, sus refinerías, sus complejos petroquímicos y otros.

El otro Pemex es con el contratismo casi total. Creo que el primero que apareció masivamente fue en Burgos, con el nombre de Contratos de Servicios Múltiples. Se firmaron por 15 a 20 años, y el contratista lo hacía de todo a todo, desde el diseño de lo que se iba a hacer. Todos eran por gas natural, y las trasnacionales (todas lo son en este caso) empezaban desde la exploración. Les repartieron el terreno, cada tramo de nuestra geografía en esa zona es de una trasnacional.

Se elaboró sobre todo en 2002 y 2003. Se decía que como eran empresas muy experimentadas, iban a tener mejor productividad. Y que esa zona era la que más producía gas en el país, Pero la realidad no ha sido así. La producción máxima de gas en Burgos se alcanzó en 2009, con mil 515 millones de pies cúbicos diarios. Ya en el primer trimestre de este año, la producción es de 975 millones, o sea 36 por ciento menos. Y la declinación es en menos de tres años. Esa es la eficiencia de la que hablan los candidatos de la derecha al elogiar a la empresa privada para Pemex.

Otro caso es el de Chicontepec, al que se destina un dineral con una productividad mínima. Las reglas de sus contratos son similares a las que mencionamos para Burgos, pero el terreno es muy ineficiente. Ya en 2008 el rendimiento por pozo es ridículo, si consideramos que en otras partes de México hay pozos que rinden miles de barriles diarios. En Chicontepec en ese año el rendimiento promedio por pozo fue de 40.6 barriles diarios. Y ya en el primer trimestre de este año, el rendimiento es de 27 barriles, 33 por ciento menos que el de 2008.

La producción inicial de pozos marítimos normales en los últimos años es en promedio de unos 5 mil barriles de petróleo (o aceite). Los promedios de 2008 a 2011, en cada año, fueron de 5 mil 63, 5 mil 600, 5 mil 205 y 4 mil 917 barriles diarios, respectivamente. Comparado con los 27 barriles de Chicontepec, el promedio de 5 mil es de 185 veces más. Pero a esta última área le dan más presupuesto que a la más productora.

Para 2011, le asignaron a Chicontepec 20 mil 649 millones de pesos de presupuesto, pero gastaron en él 28 mil millones, 35 por ciento más. Pero Litoral de Tabasco, aumentó su producción de crudo, de 2003 a 2011, en un 628 por ciento. En cuanto al gas y en el mismo tiempo, su aumento fue de 746 por ciento. Más de siete veces más. Pero el presupuesto de 2011, del que se le habían asignado más de 9 mil 132 millones diarios de pesos, se usaron sólo 4 mil 253 millones de pesos, 47 por ciento de lo que la Cámara de Diputados había aprobado. Éste es un ejemplo de Pemex con personal y equipo propios.

Mencionamos también que Cantarell, que había llegado en 2004 a más de 2 millones de barriles diarios, indebidamente se le inyectó y se le inyecta nitrógeno, decayó a 404 mil barriles diarios en el primer trimestre de este año. Hoy produce 19 por ciento de su máximo. Y se quiere sustituir con el yacimiento vecino KMZ, que el año pasado todavía aumentó su producción en uno por ciento de petróleo, pero ya se redujo su producción de gas en el mismo lapso en 4 por ciento. Nunca sustituyó a Cantarell.

Vamos a ver también las reservas probadas, las de a deveras. Las reservas probadas permiten la producción del futuro incluso cercano. Estas son las cifras oficiales del 1º de enero de 2012. Las zonas supercontratistas, modelo de los tres candidatos de la derecha, Burgos y Chicontepec, están en la región norte.

En cuanto a petróleo crudo, las reservas probadas totales son de 10 mil 25 millones de barriles. Las de la región norte son 813 millones, 8 por ciento del total.

La región que incluye Cantarell y KMZ, con toda su superficie, tiene 5 mil 528 millones de barriles de crudo, la mitad del total, pero es petróleo pesado y extrapesado. O sea, la peor calidad. La suma de regiones sur y marina suroeste, que son regiones propiamente de Pemex, tiene 3 mil 684 millones, más de cuatro veces las reservas del norte. Además, estas regiones tienen la absoluta mayoría de crudo ligero, y la totalidad del aceite superligero.

Las reservas probadas de gas natural son en total 17 mil 224 miles de millones de pies cúbicos. Las del norte, con las áreas del contratismo absoluto, tienen 4 mil, 23 por ciento del total. Las regiones sur y marina suroeste suman 10 mil 517 miles de millones, 61 por ciento del total.

Sólo Litoral de Tabasco, productor importante de crudo, tiene además reservas probadas de gas natural por 3 mil 247 miles de millones de pies cúbicos. Burgos, anunciado por años como el gran campeón del gas, tiene reservas probadas de mil 877 miles de millones. Es 58 por ciento del litoral.

Pemex como tal es productivo. Pero mientras más contratismo y trasnacionales meten, la producción declina más, y más dinero se gasta. Eso es lo que están propagando, como si fuera la gran cosa y con el nombre de la productividad, los candidatos de la derecha: 8 por ciento de las reservas probadas de crudo, una producción de gas decadente y Chicontepec, tiradero de dinero sin producción real. Eso sí, un gran negocio para altos funcionarios y para un puñado de trasnacionales.