Opinión
Ver día anteriorDomingo 20 de mayo de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
El riesgo de manipular la inteligencia
Foto
Para Estados Unidos, la inteligencia es definida como la recolección, evaluación y difusión de información sobre los planes, intenciones y capacidades de los adversarios para ayudar al presidente y los altos funcionarios del gobierno en la toma de decisiones relativas a la seguridad nacional, para garantizar la protección y la promoción de sus intereses. En la imagen, el edificio central de la CIA, en VirginiaFoto Reuters
L

a información de inteligencia es un bien estratégico por el cual los gobiernos del mundo pueden contar con los elementos necesarios a efecto de adoptar las decisiones que salvaguarden la seguridad de sus estados. En el actual contexto de la globalización y la convergencia tecnológica, se identifican nuevas amenazas, domésticas y trasnacionales –ambas de naturaleza multifactorial.

En la historia antigua, podemos encontrar antecedentes relevantes sobre el uso de la información de inteligencia. En el Antiguo Testamento, en el Libro de Números, capítulo 13, aparece la primera referencia documentada del uso de la información por parte del patriarca Moisés a fin de adoptar la decisión de establecer a las 12 tribus de Israel en la región de Canaán.

Moisés los envió a explorar la tierra de Canaán. Les dijo: Suban por el Negueb, luego pasen a la montaña. Miren bien cómo es esa tierra y qué tipo de gente vive allí; si es fuerte o débil, escasa o numerosa. Observen cómo es ese país donde viven; si es bueno o malo. Cómo son las ciudades donde viven: ¿son campamentos o ciudades fortificadas? Fíjense en cómo es la tierra; si es rica o pobre, si hay o no árboles... (núm. 13, 17-20)

No hay Estado en el mundo que no cuente con un aparato de inteligencia, ya que los gobiernos están en el entendido de la necesidad y pertinencia de éstos. Para Estados Unidos, país que cuenta con 14 agencias que producen información de inteligencia, ésta es definida como la recolección, evaluación y difusión de información sobre los planes, intenciones y capacidades de los adversarios para ayudar al presidente y los altos funcionarios del gobierno en la toma de decisiones relativas a la seguridad nacional, para garantizar la protección y la promoción de sus intereses.

En Israel, el Mossad interpreta la inteligencia como el proceso total de la recolección, análisis y difusión de la información mediante una metodología que prevé la descripción de los hechos; la evaluación y el análisis de los mismos con la finalidad de identificar las intenciones y objetivos del oponente; y finalmente una proyección a futuro de los mismos, que posibilite la toma de decisiones a efecto de generar una respuesta correcta”.

Por otra parte, en el Reino Unido, el Servicio Secreto de Inteligencia (MI6) la define como información de todo tipo recogida por un gobierno u organización para guiar sus decisiones, la cual se obtiene de diversas fuentes: públicas o confidenciales, con especial énfasis en la defensa del gobierno y la política exterior, el bienestar económico y en apoyo a la prevención o detección de delitos graves.

Mientras que la Dirección General de Seguridad Exterior de Francia (DGSE), señala que la inteligencia consiste en la investigación y exploración de la información a través de funciones estratégicas: conocimiento, anticipación, prevención, disuasión, protección e intervención, con el objetivo de evitar un ataque potencial que constituya una amenaza a los intereses nacionales.

En este esquema, agentes de inteligencia y analistas deben presentar información confiable y oportuna para la toma de decisiones; en caso contrario, se pueden ejecutar acciones fallidas. En semanas recientes hemos sido testigos de filtraciones de información imprecisa a medios de comunicación, cuya finalidad es incidir en el desarrollo de las campañas político electorales.

En este contexto, debemos considerar que existen una serie de actores nacionales y extranjeros que al sentirse amenazados en sus intereses, generan conflictos de diversa índole. Basta recordar cómo algunos gobiernos, potencias económicas y grupos particulares han sido capaces de desarrollar estrategias de desestabilización con el apoyo de sus servicios de inteligencia, las cuales van desde combatir a un adversario específico hasta derrocar a un gobierno.

Asimismo, debemos considerar que en el actual contexto de lucha contra el crimen organizado, y en particular, el narcotráfico, las propias organizaciones criminales, con el propósito de salvaguardar sus intereses y su capacidad para operar con mayor libertad e incrementar su influencia en zonas específicas, así como sus márgenes de ganancia, pueden ejecutar acciones con la intención de intimidar a cualquier instancia, actores políticos o a la sociedad en su conjunto, o llevar a cabo operaciones de distracción con la finalidad de generar miedo.

Involucrar al juego político a las áreas de inteligencia es un riesgo para la estabilidad y una perversión a las directrices de la seguridad nacional.

* Analista en temas de seguridad y justicia.