Opinión
Ver día anteriorMartes 24 de abril de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Itacate

Décimas

H

ace unas semanas un amigo, lector del Itacate, ofreció enviarnos las recetas de su casa. Esperamos y no llegan. En cambio, nos mandó unas décimas que compartimos con los lectores.

Sergio Arturo Cabrera, tal es el nombre del coplero, nació en una comunidad de la huasteca poblana que tenía el bello nombre de María Andrea. No podía faltar el político, insensible a la poesía y a los usos y costumbres como suele suceder, que le cambió el nombre por el de Coronel Tito Hernández.

Como buen huasteco, y aunque según nos dice, ya se ha perdido la tradición, Sergio Arturo, que hoy radica en Jalapa, Veracruz, con su familia, es buen decimero y en sus palabras, al leer un Itacate, le dio por enviarnos algo de lo que ha escrito sobre alimentos. Se reconoce como un recordador del buen yantar.

Iniciemos con el desayuno: Dos huevitos estrellados/ me zampé de desayuno,/ me sentí medio montuno/ porque los comí montados/ sobre chiles rebanados,/ cebollas y queso añejo,/ así ni moronas dejo/ pues rebañé todo el plato, /que me imaginé cual gato/ saboreando su pellejo.

El menú podría cambiar, por ejemplo, con esta Torta de venas: Los frijoles se cocieron/ suavecitos, ¡los probé!/ con gusto los saboree/ cuánto me satisficieron./ Ahora haré con las venas/ de los chiles rellenados,/ una torta que he pensado/ quedará rete que buena,/ así con la panza llena/ a olvidarse del pasado.

Y qué tal si la sazonamos con esta Salsita casera: Una salsita casera/ con gusto saborearé,/ chiltepines machaqué/ con una piedra cualquiera,/ e hice un aplastadera/ con puños de cuatomates,/ ajos le agregué al combate,/ de sal de grano un puñito,/ todo esto quedó exquisito/ ¡Me quedó a todo mecate!

Y para que haya fruta, aquí va esta Piña: De mi carne perfumada/ brotan mieles que provocan/ y los sentimientos tocan/ del amante y de su amada,/ mi corona colocada/ por la reina del sabor,/ me ha adjudicado el honor/ de ser más que preferida,/ y me consumen partida/ gozando de mi color.

Después de esta muestra, la respuesta es evidente a este Cómo como: Me preguntas ¿Cómo como?/ Yo, como como como,/ como siempre lo que como/ pues comiendo es como como;/ Y como lo que me como/ sin fijarme en lo que como,/ eso sí, muy rico como/ comiendo siempre que como/ eso que comiendo como,/ porque ¡Como como como!/ ¿Cómo?

Ojalá que gracias a sus inspiradas décimas, hayamos cumplido sus buenos deseos: “Les deseo de buena fe/ buenas letras, buen comer,/ que rencuentren el placer/ al degustar su café;/ que yo desde acá diré/ con mi décima rimada,/ Para esos de La Jornada/ que escriben el Itacate/ que mi trova les desate/ una página inspirada”.