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La maestra se negó a borrar a su hija de la lista para el Senado

Candidaturas de familiares de Gordillo, origen de la ruptura

Pues entonces, que se vaya todo a la chingada, remató la lideresa

 
Periódico La Jornada
Domingo 22 de enero de 2012, p. 6

La decisión de romper la coalición con el Partido Nueva Alianza (Panal) la tomó la dirigencia nacional del PRI el viernes por la noche después de varias horas de negociaciones telefónicas con Elba Esther Gordillo, quien se encontraba en Estados Unidos.

Ni siquiera una llamada del precandidato presidencial, Enrique Peña Nieto, cerca de las diez de la noche, logró que la dirigente vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) aceptara modificar el convenio.

Los dos negociadores peñistas, Miguel Osorio Chong y Luis Videgaray, así como el presidente nacional del tricolor, Pedro Joaquín Coldwell, habían tratado de de convencerla de que aceptara sacar de las listas para el Senado a su hija Mónica Arriola y a su yerno Fernando González y en su lugar colocar a dirigentes del magisterio.

De acuerdo con versiones de priístas participantes, a las ocho de la noche del viernes se decía en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI que todo se podía arreglar, pero las posturas se endurecieron.

Los priístas le explicaron a Gordillo –quién al parecer se encontraba en su residencia de La Jolla, California, o en algún otro lugar de Estados Unidos– que no se podían sostener las candidaturas de sus familiares, ya que ello había provocado una rebelión interna en el tricolor y fuertes críticas de la sociedad.

Osorio Chong y Videgaray, quienes junto con el ex dirigente priísta Humberto Moreira negociaron los términos de la cuestionada coalición, le pedían un reacomodo de candidatos e insistían en los conflictos generados en Chiapas –donde el tricolor perdió la estructura– y en otras entidades, pero Gordillo no aceptó. Habló luego con Joaquín Coldwell y su enojo y furia iban en aumento. Además de no aceptar que se cayera la senaduría para su hija, que es la secretaria general del Panal, consideró intransitable que la coalición diera un escaño en el Senado, bajo las siglas del Partido Verde, a Pablo Escudero, yerno de Manlio Fabio Beltrones.

Por ello, aunque el propio precandidato único del PRI, Enrique Peña Nieto, habló directamente con ella, Gordillo furibunda prefirió romper la alianza con el PRI, que le representaba 24 diputaciones y cuatro espacios en el Senado.

De acuerdo con versiones de quienes participaron en la negociación, la maestra Elba Esther Gordillo colgó el teléfono con una frase final: Pues entonces, que se vaya todo a la chingada.