El presidente Felipe Calderón demandó a todos los niveles de gobierno que concursen las plazas de maestros y no dejen resquicios de opacidad y discrecionalidad en su asignación.

Al celebrar el 90 aniversario de la creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) afirmó que no es momento ni para conformismo ni para nostalgia. Al contrario, debe ser el más poderoso aliciente para llegar al centenario de la dependencia con las metas cumplidas o, en términos escolares, con la tarea bien hecha.

En el auditorio de la Biblioteca José Vasconcelos llamó a formar generaciones de mexicanos triunfadores, competentes, que destierren para siempre las desigualdades sociales, así como los mitos y complejos que tantas veces han paralizado al país.

Desde la perspectiva del Presidente, educar en esta época significa fomentar el respeto de las ideas de los demás y sobre todo de la decisión tan valiosa que es el sentido del voto y de la vida democrática. De igual forma se debe enseñar la transparencia y rendición de cuentas.

Narro, invitado; Gordillo, ausente

A lo largo de la ceremonia, el presidente Calderón intercambió impresiones con José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien estaba sentado a su lado. Otra invitada fue la directora del Instituto Politécnico Nacional, Yoloxóchitl Bustamante.

El michoacano aprovechó para celebrar que los mexicanos han alcanzado una escolaridad promedio de 8.6 años; es decir, ya prácticamente terminando la secundaria en promedio, más del triple de la registrada hace 50 años. Además, el porcentaje de mexicanos que no saben leer ni escribir se redujo 10 veces: de 66 por ciento en 1921, a 6 por ciento en 2011.

Destacó logros educativos de su gobierno, en particular que las plazas magisteriales no se asignan, no se regalan, no se venden ni se heredan, y en vez de ello se concursan.

Para el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, el cambio estructural en este sector ya comenzó, y por ello la ruta del futuro del sistema educativo mexicano está trazada.

Dijo que un sistema de enseñanza, de la dimensión del nuestro, no puede transformarse por decreto ni de la noche a la mañana. Así, reiteró que el sistema educativo es un edificio enorme que hemos decidido cambiar en sus cimientos y no limitarnos a pintarle sus paredes. Ese cambio es estructural. Y ya comenzó, según él.

Incluso, hizo la comparación de que así como en 1921, con la fundación de la SEP, vivimos un momento de definición clave para el desarrollo del siglo XX, hoy los mexicanos vivimos un nuevo momento de definición en el sistema educativo que habrá de dar forma al desarrollo del siglo XXI mexicano.

En su discurso para festejar el 90 aniversario de la institución creada para llevar la enseñanza pública a todos los mexicanos, expresó que la educación privada no es enemiga de la pública: son complementarias y ambas conforman un mosaico de pluralidad, diversidad y experiencia.

Antes, en representación de la lideresa magisterial, Elba Esther Gordillo –quien se encuentra fuera de México, según trascendió–, el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Díaz de la Torre, manifestó que en ese gremio no tenemos ninguna duda de que uno de los factores claves es seleccionar a las personas más aptas para el ejercicio de la profesión docente.