Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 4 de septiembre de 2011 Num: 861

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Tomarse el día
Aura MO

Monólogos Compartidos
Francisco Torres Córdova

Mujeres, poetas y beatniks
Andrea Anaya Cetina

Entrevista con Alberto Manguel
Adriana Cortés Colofón

Lawrence Ferlinghetti.
¿Qué es poesía?

José María Espinasa

Lucian Freud, lo verdadero y lo palpable
Anitzel Díaz

Lucian Freud más allá de la belleza
Miguel Ángel Muñoz

Manuel Puig: lo cursi transmutado en arte
Alejandro Michelena

Leer

Columnas:
Señales en el camino
Marco Antonio Campos

Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

Corporal
Manuel Stephens

Mentiras Transparentes
Felipe Garrido

Al Vuelo
Rogelio Guedea

La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain

Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
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Alonso Arreola
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Todo por la permanencia

Suena en la televisión el nuevo sencillo (término ridículo cuando los esquemas para la promoción de música han cambiado tanto) de los Red Hot Chili Peppers. Se llama The Adventures of Rain Dance Maggie. Es una buena baladita funk con tintes disco; está buena pero algo le falta. Esperamos que no sea augurio del próximo álbum a salir unas horas después de escribir estas líneas. Sabios en su alquimia, parecen renunciar a la potencia y desparpajo que los encumbró en pos de caerle bien a no sabemos quién. Estrenando guitarrista, en el video aparecen tocando sobre una azotea a la manera de los Beatles o U2, renunciando a la creatividad visual que los caracterizaba. En una entrevista aseguran que su nuevo sonido, ahora con percusiones, refrescará lo que han sido. Pero nos preguntamos si la renovación es el camino correcto en lugar de simplemente ser fieles a sí mismos en un período distinto de la vida. Claro, ellos dirían que eso es precisamente ser fieles a sí mismos. Nosotros decimos: ya veremos.

Cambiando de canal suenan los de Panic! At The Disco. Hasta ahora nos damos cuenta de que habían desaparecido del mapa pop, luego de que tantos medios los subieran al candelero (¡cuántas historias así!). Hoy su imagen es radicalmente distinta. “Ready To Go” los muestra menos intensos, más peinados y coreografiados. Han perdido esa personalidad eufórica, de por sí forzada. Como el mundo cambia con rapidez… también ellos cayeron en la trampa de transformarse a su ritmo, en el mismo sentido.


Steven Tyler

El control remoto nos regala a Steven Tyler, vocalista de Aerosmith, con una terrible pieza hard rock. No queremos ni fijarnos en el nombre de semejante bodrio. Negado a envejecer con dignidad, el ahora juez de American Idol aprovecha su inesperado regreso a la notoriedad para restregarnos la enorme necesidad de permanencia que corre por sus venas. ¡Qué manera de volverse la caricatura de sí mismo! Terminado el suplicio, “Yoü and I”, el más reciente video de Lady Gaga, se muestra como otra prueba desesperada. Canción pop con aires country, resulta cómica en su versión televisiva. Si en algún momento concedimos a la cantante visos vanguardistas, hoy nos retractamos, pues en su persona queda claro que hasta la mayor de las libertades creativas debe ceñirse a límites para cumplir a largo plazo, lo que no ha logrado del todo. Sea con peluca verde y vestida de cuero en medio de un granero, o vestida de luto al centro del maizal en el que destaca su gigantesco sombrero, o amarrada por un modelo que la sodomiza… la verdad es que dan ganas de reír más que de prestar atención a su anodina composición.

De ella pasamos a Kanye West con Jay-z, dos de los más interesantes hip hoperos de la escena. De ambos se escriben juicios desproporcionados. “Genios de época, los Miles Davis y John Coltrane del rap”… No estamos de acuerdo. Exageraciones. Sin embargo, eso sí, se trata de intérpretes refinados que han puesto al género en otro nivel. Prueba es “Otis”, pieza con sampleos a “Tenderness”, de Otis Redding, cuyo videoclip fue dirigido por Spike Jonze. Es el primer corte de su disco conjunto Watch the Throne. Con todo y lo sólido que pueda parecernos, empero, también peca de convencional. En el patio de lo que parece un reclusorio, un auto de lujo es modificado mientras los cantantes y cuatro hermosas jóvenes se preparan a quemar llantas. ¿Dónde habremos visto algo parecido?

Apagamos el televisor preguntándonos qué harían y dejarían de hacer estos y tantos entertainers contemporáneos en pos de la permanencia. Habría que conocer la fama para entender su pérdida. Navegamos entonces por internet buscando noticias. Raro colofón después de tanto pop, rock, rap y funk estadunidense, vemos nacer en nuestros dedos el nombre de Enrique Cáceres, vocalista del trío Los Panchos, quien falleció hace dos semanas. En artistas como él, anacrónicos o no a nuestra historia personal, vemos el extremo opuesto del juego de la popularidad. Fue leyenda siendo fiel a un estilo, a un oficio, como pasa a un herrero, a un carpintero, a un zapatero. ¿Se lo imagina el lector tratando de renovarse modificando su imagen? Claro, eran otros tiempos, dirán algunos. Los eran y no negamos que Cáceres, seguramente, también se preocupara por estar en el gusto del público. Pero de ahí a disfrazarse, a hacer el ridículo, a negar los pasos dados… hay mucha distancia.

Yucateco nacido hace setenta y cinco años, Cáceres grabó con Los Panchos más de doscientas canciones antes de ser solista. Primera voz de Los Tecolines y Las Sombras, su primera composición fue “Tu imagen”, grabada por el Trío Monterrey. Ponemos punto final a este domingo escuchando sus boleros, pensando que lo pasajero no dura tanto aunque algo dure; que no hay nada mejor que escuchar a alguien haciendo lo que de verdad sabe, negando atajos absurdos hacia el futuro, exigiendo que lo nuevo surja condicionado a su propia intimidad.