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Me quedó la espinita de anotar, dijo el delantero de Chivas tras su arribo a México

La contundencia separa a los equipos grandes y chicos: Cubo

Merecíamos más, afirmó Diego Reyes

El tercer lugar en el Mundial Sub-20 es muestra de que se están cumpliendo metas: González Iñárritu

Advirtió que no se reducirán plazas para extranjeros

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Jorge Enríquez, Héctor González Iñárritu y el técnico Juan Carlos Chávez, al llegar a la ciudad de MéxicoFoto Notimex
 
Periódico La Jornada
Martes 23 de agosto de 2011, p. a13

Apenas empiezan sus carreras y ya están entre los mejores del mundo. Los jugadores de la selección mexicana Sub-20 que obtuvo el tercer lugar en el Mundial de Colombia no ocultan la alegría casi juvenil de haber subido al podio, pero tampoco reprimen el sentimiento de incomodidad que les dejó perder la semifinal ante Brasil. Están contentos… pero algo no termina de convencerlos.

Ese miércoles 17 de agosto, el Tri hizo el esfuerzo, pero el resultado se lo llevó la escuadra verdeamarelha, con un par de anotaciones casi al final del partido. Érick Cubo Torres desperdició la oportunidad más clara de los mexicanos y cargó con la culpa de una final frustrada.

Lo que dejó fuera a los mexicanos fue la falta de contundencia, dijo el delantero de Chivas durante la conferencia que ofrecieron ayer, unas horas después de llegar a la ciudad de México.

Esa es la diferencia entre los equipos grandes y chicos, agregó el jugador de 18 años. Tener esa sangre fría para definir un torneo, porque al final eso es lo que lo decide.

La conciencia de que falló en ese momento decisivo le deja una sensación de malestar y admite que le duele la derrota en una semifinal, sobre todo porque tuvo una opción de gol que no pudo concretar.

Me quedó la espinita como delantero, porque es para lo que uno trabaja. La derrota con Brasil habría que asimilarla y darle la vuelta lo antes posible, porque si uno se queda estancado, ahí también se queda la carrera, dice.

Ese tercer puesto no es el verdadero reflejo del futbol mexicano, considera el americanista Diego Reyes.

La verdad es que no es el nivel que tiene México, siento que merecíamos más, pero así es el futbol, trata de consolarse. Pero buscan que el sinsabor sea como un acicate para futuros compromisos. Con ese orgullo herido por lo que pudo haber pasado, los jóvenes jugadores hacen sus apuestas en perspectiva.

No sólo para buscar la revancha en el próximo certamen, sino para algún día aspirar a ser campeones de un Mundial mayor.

Quizás nadie mejor que Néstor Araujo sintetice ese espíritu herido. Deja en claro que el puesto ganado en Bogotá es honroso, porque estar entre los tres mejores del mundo es bueno, pero, no del todo, porque lo único es ser campeón.

Esa mera posibilidad lo dejó muy enojado. No lo niega. “Se pudo haber hecho más… sí, con Brasil”, dice, mientras hace una mueca al recordar ese partido.

Aparte del grupo, junto al director técnico Juan Carlos Chávez y al director de selecciones, Héctor González Iñárritu, Jorge Chatón Enríquez aún no asimila haber sido elegido como uno de los tres mejores jugadores del Mundial Sub-20.

Que un jugador que ocupa una posición como la suya (contención) reciba un reconocimiento como ése (Balón de Bronce) es en verdad muy raro.

El que sí está completamente satisfecho es González Iñárritu, quien asegura que este logro –como el título mundial que consiguió la Sub-17– son una prueba de que se están cumpliendo los objetivos planeados. Pero aclaró que pese al acierto, la Sub-20 no será la base para los Juegos Panamericanos, aunque dijo que seguramente habrá algunos en la convocatoria.

Admitió que estas metas cumplidas son consecuencia de las oportunidades que los clubes han dado a los juveniles, pero advirtió que esto no desembocará en la reducción de plazas para extranjeros para así abrir más puertas. Es un tema complicado, porque una cosa es la selección y otra la liga, concluyó.