México se convirtió en la excepción de América Latina en cuanto a la recuperación del empleo y la pobreza después de la más reciente crisis. El panorama general de la región es que se ha dado un aumento fuerte del empleo en prácticamente todos los países, especialmente en el sector formal, y también una disminución de los indicadores de pobreza, expresó este miércoles Joaquín Vial, economista jefe para Latinoamérica del Grupo BBVA. México puede ser la excepción, dijo.

El más reciente episodio de inestabilidad financiera internacional, azuzado en las últimas semanas por el aumento del déficit fiscal y la deuda en varios países europeos, así como la falta de acuerdo político en Estados Unidos sobre el manejo de su deuda pública va a afectar el crecimiento de la economía de Latinoamérica, aunque la región se encuentra en una posición de más fortaleza que en el pasado para hacer frente a los choques externos, aseguró el especialista del BBVA.

México, en este caso, también marca una diferencia. En un reporte presentado ayer el Grupo BBVA, controlador de BBVA Bancomer, anticipa que en éste y el siguiente año la economía mexicana tendrá un desempeño menor al promedio regional. En 2011 prevé un repunte de 4.7 por ciento en el producto interno bruto (PIB), mientras en 2012 calcula que se desacelerará a 3.8 por ciento anual. En ambos casos será menor a la media regional de 4.8 y 4.2 por ciento anual en 2011 y 2012, respectivamente.

Las causas que influirán en el desempeño de la economía mexicana, explicó, son un menor crecimiento de la economía estadunidense, de la que México es dependiente en exportaciones; un avance moderado del mercado interno y, apuntó, el cambio de gobierno, que se dará a finales del próximo año. En México usualmente en el primer año de una administración la economía crece menos que la tendencia.

Aun cuando la economía mexicana tendrá un crecimiento moderado respecto de la media regional, el especialista consideró que se encuentra en una posición apropiada para hacer frente a la situación de inestabilidad financiera internacional. Justamente porque la demanda interna se ha mantenido creciendo a un ritmo moderado, no se han acumulado factores de riesgos que hagan a la economía especialmente vulnerable a la situación internacional, declaró.

La pregunta, planteada al especialista ayer, fue entonces: ¿por qué si la economía es tan sólida, no es capaz de generar empleos formales y reducir la pobreza?

Vial respondió: México tiene una peculiaridad bastante grande por su especial vinculación con Estados Unidos. Llama la atención en esta recuperación con crisis, y México puede ser la excepción, pero el panorama más general de la región es el de una recuperación con un aumento fuerte del empleo prácticamente en todos los países, y en especial con un aumento fuerte del empleo formal. Ese es un tema bastante general. También lo que estamos observando prácticamente en toda la región es que los indicadores de pobreza, informalidad, etcétera, están disminuyendo. Esa es la tónica general.

Agregó: en el caso de México hay que recordar que la crisis fue especialmente dura en 2008, no sólo porque hubo un componente global que afectó con mucha fuerza al sector manufacturero en México, sino también por los impactos de la gripe AH1N1 y factores locales que causaron que la crisis fuera más fuerte. La recuperación también ha sido un poco más lenta, justamente porque el principal mercado de exportaciones de México se ha ido recuperando en forma más lenta. El crecimiento de la demanda interna en México se ha sustentado en el incremento del empleo, pero ha sido un aumento bastante moderado, diferente al resto de la región.

Información oficial publicada el viernes pasado dio cuenta de que el universo de personas en México que no logró trabajar siquiera una hora a la semana se disparó a 2 millones 564 mil 100 en junio de este año, 60 por ciento más respecto de la cifra registrada al comienzo de la actual administración federal, en diciembre de 2006.

El número de mexicanos que se desempeña en actividades informales, sin prestaciones ni acceso a la seguridad social, superó a los que tienen una ocupación permanente en el sector formal, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. De la economía informal viven 13 millones 400 mil personas, 2 millones más que en diciembre de 2006, lo que representó a un incremento de 17.4 por ciento respecto en el periodo de referencia, según esas cifras oficiales.