París, 8 de agosto. La directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, deploró hoy el bombardeo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) el pasado 30 de julio en Trípoli contra una estación de televisión, que provocó la muerte de tres empleados y 21 heridos.

Lamento el bombardeo de la OTAN contra (la cadena libia) Al Jamahiriya y sus instalaciones. Los medios no deben ser jamás blancos de acciones militares, declaró Bokova. La resolución 1738 del Consejo de Seguridad condena los actos de violencia contra los periodistas y los empleados de los medios durante situaciones de conflicto, recordó.

La alianza atlántica explicó que lanzó una serie de ataques de precisión contra tres emisoras de la televisión libia con el fin de reducir al coronel (Muammar) Kadafi al silencio e impedir intimidar e incitar a actos de violencia contra la población.

De otro lado, el Consejo Nacional de Transición (CNT), órgano político de la rebelión armada, destituyó a su gobierno 10 días después del asesinato del general Abdel Fatah Yunes.

El presidente del CNT, Mustafá Abdeljalil, suspendió al comité ejecutivo, equivalente a su gobierno, y pidió a Mahmud Jibril, quien lo dirige, que restructure su equipo, indicó el vocero rebelde Mohamed Kish.

El CNT fue instaurado a principios de marzo en la ciudad de Bengasi, después de la revuelta de mediados de febrero contra Kadafi en esta ciudad del este.

Esto ocurre diez días después del asesinato de Yunes, ex pilar del régimen de Kadafi que se unió a la oposición armada.

Por otra parte, el diario panárabe Asharq al-Awsat reportó que funcionarios estadunidenses convencieron al presidente yemení, Alí Abdulá Salé, convaleciente en Arabia Saudita, de no regresar a su país.

Lo anterior se da a conocer un día después de que Salé dejó el hospital en Riad y fue trasladado a una residencia. Funcionarios yemeníes negaron la información.