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Cada jueves el cantautor creador del mariachi alternativo se presenta en San Ángel

En Bohemia con el alma, Fato interpreta sus éxitos y comparte remembranzas
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Fato durante una de sus bohemias
 
Periódico La Jornada
Jueves 28 de julio de 2011, p. 9

El éxito sonríe al cantante y compositor Fato, quien ha dado sus temas a varias voces que los han encumbrado en el medio farandulero, como Pepe Aguilar y Alejandro Fernández, pero a veces lo persigue una especie de fantasma que lo atormenta. Es como un vacío... aquí, dijo, presionando el pecho con los puños.

Ese vacío lo llena con canciones que hilvana en un concierto semanal, cada jueves, en el Babilonia Show Center, que se ubica en San Ángel.

Presenta un programa titulado Bohemia con el alma, en el que interpreta Por mujeres como tú, Miedo, El monstruo y muchas otras canciones que han trascendido fronteras, como Mi credo, que hizo famosa K-Paz de la Sierra.

Su nombre verdadero es Enrique Guzmán Yáñez (9 de septiembre, poblado de Platón Sánchez, Veracruz). A los 10 años de edad su familia se mudó a la ciudad fronteriza de Reynosa, Tamaulipas, donde tuvo su primer acercamiento con la música italiana, la cual ha sido determinante en su faceta de compositor. Su primera canción fue El príncipe pobre, la cual compuso a los 13 años de edad, y para los 15 ya se presentaba en bares tanto de Reynosa como de McAllen, Texas.

Si pudiera ser

En 1981 participó en el Festival Valores Juveniles, en el que resultó triunfador con el tema Si pudiera ser, y ese mismo año obtuvo el primer lugar en el Festival de Compositores, convocado por la XEW, con su canción Buscaré calor, la cual sería grabada por Alberto Vázquez.

En 1982 estuvo entre los 10 finalistas del festival Rumbo a la OTI. En 1983 grabó su primer disco, con el nombre artístico de Edson. En 1984 logró su primer gran éxito como compositor: la canción Qué acabado se le ve, interpretada por Lupita D’Alessio, y poco después su tema Será al revés fue grabado por Valeria Lynch. El segundo disco de Edson llegó en 1987, el cual incluía éxitos como La posible manera, Mi madre no está en casa y Soy de la calle. En 1988 participó en el Festival OTI como compositor, con su canción La reina de los colibríes, interpretada por Mayté. En 1992 grabó su tercer disco, para el cual decidió cambiar su nombre artístico a Fato, palabra italiana que significa buena fortuna. La canción más exitosa de este nuevo disco fue Mi agenda.

En 1994 lanzó su cuarto disco, con temas como Cuando era niño, La posible manera y El monstruo, con la que se presentó en el Festival de Viña del Mar, en 1995, donde se convirtió en el único mexicano –hasta la fecha– en conquistar la prestigiosa presea Gaviota de Plata: su premio fue como mejor intérprete en la categoría internacional. Su currículum es largo, pero baste añadir que en 2000 ganó un Grammy Latino en la categoría de mejor álbum mexicano-estadunidense, por el disco Por una mujer bonita y el tema Perdóname, interpretado por Pepe Aguilar.

Fato es el creador de un género: el mariachi alternativo, que consiste en la fusión del pop italiano y el ranchero.

Vive en Guanajuato y de vez en vez, tras una tertulia, agarra camino y se va por la vereda, botella en mano, en una costumbre que lleva varios años.

–¿Sigue teniendo miedo a los monstruos (tema de su canción El monstruo)?

–Sí, y creo que han aumentado. La letra de esa canción dice que anda suelto el monstruo, y el peor de todos los monstruos es la pobreza; por eso digo que no saben lo que es caminar con los zapatos rotos. A pesar de mi edad sigo teniendo miedo. Así escribí y así gané en Viña del Mar.

”Es mejor esperar”

La noche del jueves pasado, los recuerdos se agolpaban en su mente y los compartió con el público. Habla del olor a café en su casa, preparado por su mamá. “Sucede que pensamos que nada pasa y que todo se queda, y no: todo pasa y el dolor parece que se va a estancar. Y no. Pasamos nosotros... que no pase el dolor. No quiero parecer como el filósofo que no soy. Solamente son cosas del alma que me han emocionado. Aprendí que no tenía que perseguir las cosas, porque nunca las iba a alcanzar. Es mejor esperar.

He compuesto muchas canciones, unas que ya salieron y otras por salir, otras quizá no salgan en mi voz. Hay temas que me quedo para mí y otros los doy a mis amigos y hermanos. Me han preguntado que si no me lastima el éxito de mis canciones en otras voces. ¡Por supuesto que no! Estoy consciente de lo que puedo ser y hacer. Yo quiero ser éste que canta canciones del alma, pero hay unos temas que nunca le daría ni a un hermano. Una de estas canciones está dedicada a mi madre, doña Gaby, y se las dedico a ustedes, para que la lleven de corazón a sus madres, quienes con sólo poner sus ojitos hacia arriba el cielo se aclara... Un día nos vamos a encontrar en otro lugar, después de esta vida. ¡Se los juro!

La melodía que siguió generó exclamaciones de júbilo: Por mujeres como tú: Me estoy acobardando y lo ha notado, y eso no es muy bueno para mí. Si quiero retenerla entre mis brazos será mejor que no me vea sufrir/ Estoy estacionado en los fracasos/ hoy voy a remediar la situación/ ¿será que siempre he dado demasiado? En el exceso siempre salgo dañado.

Y el público coreó: Por mujeres como tú, amor, hay hombres como yo, lo sé.

La bohemia es de noche. No me imagino una bohemia a las 12 del día.

Los tópicos de Fato son la noche y las copas, las mujeres y los sentimientos que provocan en el alma de los hombres, quienes luego los convierten en canciones.

En la mesa de cada parroquiano, una lámpara pequeña dejaba ver dos manos que se estrechaban. Era la eternidad del momento, el preámbulo de dos cuerpos que se harán uno.

Uno más uno es uno. Era más de medianoche y Fato siguió hilando sueños. Resurgió la fe en la pareja. Fue el tiempo de las frases cortas, de los superlativos que son insuficientes. Fue la gramática de la subjetividad que fuera de contexto para algunos puede parecer cursi. Lo cursi es un valor y se reaviva en el presente de cada quien.

Miedo de sentirme solo,/ miedo a no sentir tus manos sobre mi piel.../ En libertad vivo preso,/ frente al espejo lloran mis miedos.

Pasaba de la una de la madrugada y los parroquianos quieren otra, tras más de dos horas de concierto.

Babilonia Show Center está ubicado en Río San Ángel 89, colonia San Ángel Inn. Teléfonos: 4171-0691 y 5662-76 35.