Política
Ver día anteriorMiércoles 27 de julio de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Recesión en puerta

Tras desconfianza en el dólar, la región se convierte en un sector altamente solicitado

Riesgo de ola de capitales especulativos en AL
 
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de julio de 2011, p. 3

Un recorte en la calificación de deuda de Estados Unidos podría desatar una nueva ola de capitales especulativos sobre el mercado cambiario de América Latina y agravar los problemas que generan las monedas fuertes a sus exportaciones.

Los gobiernos de la región siguen de cerca las idas y vueltas en Washington del presidente Barack Obama y el Congreso, que negocian contrarreloj para subir el techo de endeudamiento estadunidense y evitar un cese de pagos el 2 de agosto.

Muy pocos creen que Estados Unidos dejará de cumplir sus obligaciones financieras, pero no sobran las garantías de que logrará alcanzar un acuerdo de largo plazo para reducir el gasto del gobierno en tan poco tiempo, algo que piden las calificadoras de riesgo para no recortar sus notas. Una disminución en la calificación AAA que tiene Estados Unidos –el tope de la escala– deterioraría el valor del dólar.

Y cuando pase la volatilidad que suelen acarrear estos recortes en los mercados financieros, ese factor y la sed de rendimientos de inversores darían un nuevo golpe a los intentos de Latinoamérica por controlar la apreciación de las monedas.

Va a haber más desconfianza en el dólar, necesidad de estar en monedas que no tengan ese desequilibrio fiscal y que tengan mayor rendimiento que el billete verde, señaló Enrique Álvarez, economista jefe de mercados emergentes para IDEAglobal. Es por eso que automáticamente Latinoamérica se vuelve un sector altamente solicitado, agregó.

Desde hace un par de años, esas inversiones especulativas llueven en Latinoamérica por los buenos fundamentos fiscales y las tasas de crecimiento económico mayores a las del mundo desarrollado, lo que genera una constante apreciación de las monedas que amenaza la competitividad de las exportaciones.

Desde Brasil hasta Chile, países de la región adoptaron medidas tan variadas como alzas impositivas a algunas inversiones extranjeras de capital, límites a los inversores foráneos o compras oficiales de divisas.

Pero no todo parece estar funcionando. El gobierno de Brasil dijo el lunes que estaba listo para dar cualquier paso que sea necesario para mantener a raya al real, luego de que cerrara a su nivel más fuerte en 12 años frente al dólar.

Y un eventual recorte en la calificación de Estados Unidos no ayudaría, porque pondría a los inversionistas a la caza. Habría una degradación de la confiabilidad en el gobierno de Estados Unidos para cumplir con sus obligaciones. De todos modos los inversionistas intentarían deshacerse de algunos activos denominados en dólares, dijo Alfredo Coutiño, economista jefe para Latinoamérica de Moody’s.

La degradación crediticia de Estados Unidos, aunque fue calificada por el FMI como un muy, muy grave evento, podría ser temporal y el país estaría en condiciones de recuperar la máxima calificación cuando acuerde un plan de fondo que disminuya el abultado gasto público.

Pero aunque sea durante un breve tiempo, las tasas de los bonos soberanos latinoamericanos, que usan de referencia a los papeles del Tesoro estadunidense, subirían de la mano del consecuente ajuste de los títulos de Estados Unidos y por ende, subirían los costos de endeudamiento. Creo que se va a mantener estable ese diferencial de riesgo que hay entre Latinoamérica y Estados Unidos, dijo Alvarez.

Lloviera o tronara, el histórico refugio para todos los inversionistas del mundo han sido los papeles del Tesoro estadunidense, garantizados por una poderosa economía que hacía impensable que no pudiera pagar sus deudas.

El presidente Obama dijo el lunes por la noche en un discurso a la nación que una extensión temporal de seis meses del límite de la deuda no solucionará el problema y tal vez no sea suficiente para evitar una baja de la calificación.

“Por primera vez en la historia, nuestra calificación crediticia ‘AAA’ sería recortada, dejando a los inversores alrededor del mundo preguntándose si Estados Unidos todavía es una buena apuesta”, sostuvo.

Muchos inversionistas institucionales que por regulaciones sólo pueden invertir en títulos de alta calidad crediticia tendrían que vender bonos del Tesoro si Estados Unidos sufre un recorte en la calificación.

Para ellos las opciones son más complicadas: no hay mucho refugio para elegir. Y menos cuando los grandes mercados de bonos soberanos después de Estados Unidos, como Japón o Italia, están luchando contra sus propios demonios.

“En cuestiones de aversión al riesgo, todo el mundo se va a ‘cash’ (efectivo). No hay mucho adónde ir... oro y cash”, sostuvo Pedro Tuesta, economista de 4Cast. El precio del metal precioso marcó el lunes niveles récord. Los capitales suelen cobijarse en estos activos cuando hay fuerte incertidumbre financiera.

Pero si hubiera un vuelco importante de inversores institucionales hacia las materias primas como consecuencia de un posible recorte en la calificación de Estados Unidos, tampoco sería una buena nueva para Latinoamérica.

La región es exportadora predominante de bienes básicos y debe parte de su bonanza económica a los altos precios de estos productos, que le permitieron blindar sus finanzas, implementar sólidas políticas fiscales, y a siete países a ganar el grado de inversión.

Sin embargo, es un cuchillo de doble filo: los precios de las materias primas están avivando la inflación en grandes economías regionales como Brasil o Argentina y un mayor flujo de inversores a estos activos aumentaría las presiones.