Opinión
Ver día anteriorDomingo 3 de julio de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
A la mitad del foro

Cuatro milpas tan sólo han quedado

Foto
Gustavo Madero, líder nacional del PAN, y el presidente Felipe CalderónFoto María Luisa Severiano
D

e que Dios dice a llover, hasta que te ahoga. Estamos con el agua al cuello y las tierras temporaleras son un páramo, con las cosechas y miles de cabezas de ganado tan perdidas como la identidad de la abrumadora mayoría los 40 mil mexicanos muertos en la guerra contra el crimen. Y Felipe Calderón regaña a los gobernadores que integran la Conago y exige que se humanice a las víctimas, que no las reduzcan a cifras. Pero los funcionarios del Ejecutivo no informan ni a instancias de la dependencia a cargo de la apertura; no hay actas de defunción, no hay datos de procesos judiciales, no hay informes de forenses.

Brotan cadáveres de la tierra y los vivos estamos con el agua al cuello. Y desde la torre de marfil informan que el Banco de México pagó los gastos de campaña de Agustín Carstens; sus viajes por el ancho y ajeno mundo en pos de una quimera; pero los neoconservadores dicen que durante su periplo ocioso se habló menos en los medios globales de los muertos de la guerra sin fin y algo sobre el reto del Chicago Boy, que México etiquetó campeón tercermundista en lid quijotesca contra madame Lafarge. La autonomía de la banca central en las vueltas a la noria de la transición en presente continuo. Perdimos, compadre, le diría el César en busca de un nuevo Estado, como prueba de la permanencia del antiguo régimen.

Tanto que Gustavo Madero reúne a los siete magníficos de la sucesión, tal como solían placear a los disciplinados aspirantes en el ocaso del priato tardío. Y es que se acaban de cumplir 11 años de panismo en Los Pinos, del poder como método para borrar toda huella del Estado mexicano, de la Reforma, de la Revolución: llaga laica en las almas de la derecha que gira sobre su propio eje con el riesgo de marearse con la tentación golpista y fascistoide. Y un año falta para que Felipe Calderón compruebe que el poder presidencial tiene límite fatal: seis años justos, ni un minuto más; y que todo el que muerde esa manzana sueña prolongar el mando mediante heredero a modo, o de plano con la relección tan denostada en el pasado y hoy anhelada como prueba de calidad de la democracia sin adjetivos: el sufragio como aval de una etérea democracia participativa.

Siete de los 10 que Maderito dijo disponía el PAN para ganar en 2012 y prolongar la docena trágica: Ernesto Cordero, Javier Lozano, Heriberto Félix, Emilio González, Santiago Creel, Alonso Lujambio y Josefina Vázquez Mota. Y ni hablar de caballadas flacas. Con la remuda hay vasta variedad de semovientes. Y el pastor ya dio pruebas del favor evangélico por un cordero descarriado; públicamente maltrató a un par de sus ovejas: A ti te lo digo, Francisco, a ti también, Patricia; entienda todo el rebaño. Por eso cacareó el gallo azul su gusto por los huevos puestos en la canasta del secretario de Hacienda: Ernesto y yo somos uno; con gusto me sumaría a su candidatura, declaró Javier Lozano. Cosas de la moderna urbanidad. El legendario coronel Zataray solía decir en circunstancias semejantes: ¡Ya conmigo ya no cuenten; ya me dieron un piedrazo!

Un año es poco tiempo. Y si es el último del mandato, es nada. En tres estados de la República eligen hoy gobernador. Y según los arúspices y la impecable definición de la política como el arte de lo real y lo posible, el PRI va a ganar en Coahuila, en Nayarit y en el estado de México. El difunto PRI, el partido en la orfandad; el del signo demoniaco del retorno de los brujos y el autoritarismo de todos tan temido; el del antiguo régimen que masacraba a los jóvenes, dice Felipe Calderón. Malo para Madero siete X. Peor para los manipuladores de alianzas y desencuentros, convertidos en estatuas de sal como la mujer de Lot: creyeron la fantasiosa versión de la contienda electoral del estado de México como laboratorio de la elección presidencial, espejo en el que se reflejarían anticipadamente los resultados de la grande.

Hoy va a ganar Eruviel Ávila. Luis Felipe Bravo Mena será convidado de piedra, pero Gustavo Madero y Felipe Calderón van a pagar los platos rotos. A Alejandro Encinas lo enviaron al sacrificio, a poner en escena la aparente unidad de la izquierda, de modo que Marcelo Ebrard tuviera que cabestrear o ahorcarse. (Es cabestrear, de cabestro, señor corrector.) Símbolo del liderazgo incontestado de Andrés Manuel López Obrador, de lo que han dado en llamar el mejor posicionado. Lástima. Encinas merecía algo más que el papel testimonial, de ser el que predica en el desierto y habla del que vendrá después. López Obrador y Calderón hicieron como que dejaban operar a sus lugartenientes, apostaron al fracaso y lo hicieron inevitable. Pero al manifestar que ahí se resolvería la elección de 2012, convirtieron a Enrique Peña Nieto en el ganador de este año y vencedor anticipado del entrante. Con esos enemigos, Peña Nieto no necesita amigos, ni simpatizantes, ni sicofantes madrugadores.

Y para colmo, después de las tres de hoy viene la elección de gobernador en Michoacán. ¿Quién podría explicar racionalmente los motivos de Felipe Calderón en la intentona fascistoide de postular un candidato común de PAN-PRI-PRD; de la sociedad civil, empresario, uno de los notables de la tierra de Agustín de Iturbide? Nada de elegir. No hace falta cuando los de arriba ya acordaron con el que despacha en Los Pinos que habría un candidato común, solamente uno. Pudiera ser que a pesar de lo aguerrido buscara eludir una previsible derrota en su propia tierra; en la elección que precede a la presidencial; o enfrentar la amarga disyuntiva de ver a su hermana Luisa María Calderón postulada candidata del PAN a gobernadora, postulada por Gustavo Madero, el que puso el grito en el cielo y acusó de nepotismo a Humberto Moreira por la candidatura de su hermano Rubén Moreira.

¡Caballo! Y el cubilete en la mano. Porque no se pudo lo del gobernador designado, lo del que paga manda. Y la hermana del presidente Calderón será candidata a gobernar Michoacán. El 27 de julio postularán sus candidatos los partidos. En plural, ya que se preservó el sistema plural de partidos a pesar de la intentona en la alturas y la patética debilidad del gobernador Leonel Godoy, apabullado por la detención de 32 alcaldes en operativo policiaco-militar que violó el Pacto Federal; sujeto a humillantes suspicacias por el desafuero y la fuga del hermano indiciado por presuntas relaciones con el narcotráfico.

En Michoacán, Encuestas Mitofski dice que se declara a favor de Fausto Vallejo, del PRI, alcalde de Morelia, 28 por ciento de los encuestados; 14 por ciento, por Luisa María Calderón, y 15 por ciento por Fabiola Alanís, del PRD. Se inclinan por Fausto Vallejo más del doble de los encuestados. Otras dan diferencias menores: INDES-Radar de Opinión: 24 por ciento para el del PRI; 22 por ciento para la del PAN. En otras, Silvano Aureoles es candidato del PRD. Y en el PRI aspiran todavía Víctor Silva Tejeda y Alfredo Anaya. Pero es mucha la ventaja de Fausto Vallejo en el recuento de positivos y negativos.

Y al aproximarse las elecciones del 13 de noviembre, los memoriosos de uno y otro signo van a traer a cuento lo que dijo Felipe Calderón, padre, fundador del PAN, sobre la candidatura de Dámaso Cárdenas. Gustavo Madero y otros panistas despistados mal pueden desatender lo dicho por el caudillo Francisco Franco al joven príncipe Juan Carlos: No olvide que uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice.