El Foro Shakespeare y la Compañía de Teatro de la Penitenciaría del Distrito Federal presentaron el sábado pasado la octava función del clásico Ricardo III, de William Shakespeare, en el teatro Juan Pablo de Tavira del penal Santa Marta Acatitla, ante un público integrado por presos y personas de diversos puntos de la ciudad; todos mezclados, sin distinciones, salvo una: los que llegaron de fuera pagaron boleto.

Para asistir es necesario reservar y ajustarse a las medidas de seguridad impuestas por las autoridades, que incluyen mostrar una identificación oficial y no usar ropa de los colores que visten los internos.

Así lo hizo un grupo de asistentes el pasado sábado, quienes cruzaron las diferentes puertas rumbo al foro, que tiene capacidad para 110 personas.

Cada uno es rey

Con un montaje que saca la ira de los actores por el encierro –algunos por asesinato– de años, los sentimientos se hunden en lo que cada quien sabe de la historia shakespereana y en la teatralidad, que en gran medida es atribuible a la dirección de Itari Marta y Luis Sierra.

Ricardo III es un drama en cinco actos, en prosa y en verso, escrito por William Shakespeare hacia 1593. En Santa Marta 13 reos-actores son, cada uno, Ricardo III. Un perro, representado magistralmente por un recluso, después de ver los extremos del hombre para llegar a ser rey, se negará a que le coloquen la corona. Somos culeros porque somos incapaces de amar, es la frase final.

Los aplausos y los vivas son el premio para los prisioneros, quienes por una hora se convirtieron en actores.

Más tarde hubo una sesión de preguntas y respuestas. Francisco Castellanos Rivera, El Lic, director de la compañía del penal, agradeció la asistencia de los internos, por perder una hora de su vida para ver teatro; a la visita y a los externos.

“Si hay alguna duda…” Hubo silencio, lo que le hizo decir: Pregunten. No los vamos a matar, frase seguida de risas nerviosas.

Un actor expresó: Esta obra representa una extroversión para cada uno de nosotros. Esperamos que para el espectador de fuera sea una empatía, para que sea reflexivo y cambiar de esta manera un poco el día a día.

–¿Obtienen beneficios por esta obra?

Contestó otro histrión: Para una libertad no tanto así, pero sí para una libertad al estar aquí encerrados. Todos los compañeros nos privamos de hacer otra actividad por meterle aquí al ciento por ciento.

Para presentar Ricardo III trabajaron más de un año, leyendo, investigando, analizando personajes; dándole duro.

Otro dijo: Esta obra me cambió la vida porque no me gustaba leer ni actuar. Otro: A mí me la cambió porque el teatro te hace más consciente. Llega el momento en que te analizas tal cual eres.

El actor que intepreta al perro expuso: Me la paso cuidando al rey, pero veo mucho derramamiento de sangre y muchas muertes. Las empiezo a oler, a verlas y a sentirlas. Me dan ganas de matarlos a todos y quedarme con el poder. Me parece que esto también pasa allá afuera, porque todos traemos dentro un animal, pero hay gente que no se da cuenta; provoca que haya mucha violencia, mucha matanza, unos contra otros. El hijo mata al papá y a la mamá.

En entrevista, Francisco Castellanos explicó que “el teatro es la libertad de decir las cosas a tu forma, como tú las quieras decir, pero con verdad.

“El teatro me ha hecho mejor persona y esto lo comparto con  mis hijos para que no caigan en esto. Vengo haciendo teatro desde el Penal Oriente, desde hace diez años. Nos trasladan acá porque ya estamos ejecutoriados. La ley de la cárcel es que el más viejo coordina las actividades, como director. Los del Foro Shakespeare vinieron en febrero de 2009 a comprar artesanías y entonces le pedí a Itari Marta que viniera a dar un taller de teatro. Ahorita ya somos 16, con staff y luces, y más los que nos apoyan… somos como 20.

“La primera obra que montamos con el Foro fue Cabaret pánico, de Alejandro Jodorowsky.”

Compara la realidad con la historia de Ricardo III: “En sí, es algo que se está viviendo allá afuera. Muchos cuates se prestan para que alguien agarre el poder, para que ya luego le lancen un hueso. Ahorita los partidos políticos cómo se pelean por el poder. Aquí, en la cárcel, es lo mismo; el más fuerte es el que sobrevive y tiene a sus chavos y los mueve.

Quisiera que el tiempo pasara como sucede en una obra de teatro: en un abrir y cerrar de ojos.

Las funciones en Santa Marta Acatitla son los sábados, a las 14 horas. Estrictas medidas de seguridad. Contacto: [email protected] o en en la sede del foro, en Zamora 7, colonia Condesa. Teléfonos 5553-4642 y 5256-0014.