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Conago quiere otro fondo para desastres
Corresponsales y enviado
Periódico La Jornada
Sábado 28 de mayo de 2011, p. 5

Monterrey, NL, 27 de mayo. La Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) acordó negociar directamente con la Cámara de Diputados una partida en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2012, para atender emergencias por desastres naturales, luego de que las reglas de operación impuestas por la Secretaría de Hacienda en el Fondo Nacional de Reconstrucción (Fonarec) los obliga a contratar un crédito con Banobras para costear la reparación de daños.

En 2010, a cambio de que el PRI no redujera de 16 a 15 por ciento el IVA, Hacienda aceptó constituir dicho fondo, pero al publicarse las reglas de operación, los gobernadores y diputados del tricolor se dieron cuenta que no había recursos, sino sólo oferta de deuda.

Inversión extranjera directa

Asimismo, durante la reunión de la Conago, celebrada este viernes en el Parque Fundidora, los gobernadores definieron un pacto para no disputarse mediante competencia con estímulos fiscales la inversión extranjera directa (IED), y solicitaron a la Secretaría de Economía que en la promoción de negocios se tome en cuenta a los estados.

El gobernador de Zacatecas, Miguel Alejandro Alonso Reyes, propuso asegurar que todas las regiones maximicen sus oportunidades de desarrollo de manera más equilibrada y aplicar el espíritu de la agenda de la Conago para el desarrollo regional, a fin de que no desarrollen antagonismos sino coincidencias.

Desastres naturales

El gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, propuso que también se constituya un fondo para desastres naturales en el campo, y explorar la separación de la agricultura de subsistencia de la comercial.

Se trata, dijo, de buscar también fondos para la investigación, definir esquemas en la selección de semillas y en los ciclos y métodos agrícolas, así como lograr contactos para crear una reserva de alimentos.

Resaltó que México sufre una fuerte dependencia de granos y hortalizas, cuando la recomenda-ción internacional es que cada país sea autosuficiente en al menos 70 por ciento de su consumo.

La situación se agudizó los últimos años, pues en 2009 tuvimos las peores sequías; en 2010 las peores inundaciones, y ahora hemos padecido sequías, heladas e incendios.

Javier Duarte de Ochoa, gobernador de Veracruz, y coordinador de la Comisión del Fondo de Reconstrucción de la Conago, recordó que en 2010 catorce entidades federativas solicitaron declaratoria de desastre natural y que se agilizara la entrega de recursos para atender los daños causados por fenómenos meteorológicos.

Necesidad de recursos complementarios

Los gobernadores reunidos en Monterrey acordaron solicitar al Ejecutivo federal reciba una comisión de la Conago que planteará la necesidad de recursos complementarios para la reconstrucción, provenientes del ejercicio presupuestal 2011, con cargo a los ahorros y economías en el presente ejercicio.

Además, gestionarán ante el Congreso de la Unión la formación de un grupo de trabajo de legisladores para retomar la propuesta original de creación del fondo nacional de reconstrucción e incluir una partida específica dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación 2011 y 2012 sin afectación a las finanzas públicas estatales y que la Conago se pronuncie por adecuar la normatividad del Fonden y del Fonarec, conforme a las necesidades de las entidades federativas, mejorando la eficiencia y efectividad de la normatividad federal.

Federalismo sin sustancia

El gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, dijo que en México “predicamos el federalismo, pero no lo vivimos a plenitud y lo hemos vaciado de sustancia, unos por acción al centralizar y otros por omisión al permitirlo.

Lo más preocupante es la prestación de servicios básicos como la educación y la salud, que gravitan ciertamente sobre nuestros presupuestos, y que ya no podemos cubrir en su totalidad con los recursos que se nos transfieren, señaló.

Declaró que es urgente iniciar un cambio serio sobre el régimen fiscal y las proyecciones de gasto de los programas transferidos a los estados, para disminuir la inequidad que padecemos, porque es real el riesgo de colapso de las finanzas estatales.