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Dijo que la medallista Sandra Sánchez no acudió a combate selectivo

Silvia González: me robaron mi lugar en la selección de judo

Para el dirigente Manuel Larrañaga la quejosa se retiró antes de tiempo

 
Periódico La Jornada
Viernes 25 de marzo de 2011, p. a19

La judoca Silvia González ganó porque no tuvo oponente. La mañana del sábado 19 de marzo, en Querétaro, el tatami donde tenía que disputar el último boleto a la selección nacional que competirá en el campeonato panamericano estuvo en completo silencio, porque la contrincante, la michoacana Sandra Sánchez, no se presentó. La llamaron tres veces, sin respuesta, y de acuerdo con el reglamento se decretó vencedora a la única competidora.

En un video del torneo, González voltea de un lado a otro, parece nerviosa, patea el suelo una y otra vez, mientras el juez mira insistente el reloj. El ambiente tiene la solemnidad de una competencia oficial, con jueces y prensa, todos impacientes y desconcertados.

Al final, el juez pide a Silvia que pase al centro del tatami. Ella hace la reverencia a una contrincante imaginaria, se cancela el combate y la declaran ganadora.

La estudiante de posgrado en diseño mecánico en la UNAM, donde practica este deporte, sería la representante mexicana en la categoría de los 44 kilogramos, para competir en el campeonato panamericano que se realizará del 31 de marzo al 4 de abril, en Guadalajara.

“Discúlpame, chava –pensó Silvia–, pero si a ti no te interesa, a mí sí, y ya gané.”

Cuando volvía a la ciudad de México, su entrenador, Agustín Buendía, recibió una llamada del presidente de la Federación Mexicana de Judo, Manuel Larrañaga, quien le pedía que regresaran a Querétaro porque la competidora Sánchez estaba ahí, lista para disputar un lugar en la selección. Dijo que se encontraba en el vestidor.

González señala que por supuesto no aceptaron, porque ya se había decretado la victoria por la ausencia de la contrincante y, sobre todo, porque en ese momento ya estaban en el autobús que los traería al Distrito Federal.

Ese mismo día el director técnico de la selección mexicana, Germán Ayala Arellano, dijo que le entregaría la acreditación para concentrarse con el resto del equipo el martes 22 de marzo, pero no lo hizo. El entrenador empezó a dar excusas y más tarde no volvió a tomarle las llamadas.

El miércoles, la Federación Mexicana de la especialidad publicó la lista de los seleccionados para el campeonato panamericano, pero el nombre de Silvia González no aparece; en cambio, la competidora ausente sí está entre los 16 seleccionados.

Entonces Silvia buscó al presidente de la federación y al entrenador para que le dieran una explicación oficial sobre el asunto, pero asegura que sólo la evaden.

Siempre hicieron todo para favorecer a Sandra Sánchez, por eso me retrasaron varias veces las fechas para que compitiéramos, dice molesta Silvia; si hubiera perdido en competencia no reclamaría, pero ella no se presentó, demostró que no le interesa.

El coraje y la frustración se agolpan en la garganta de Silvia, quien se preparó un año para el torneo, que considera el más importante de su especialidad porque su categoría no participará en los Juegos Panamericanos.

No encuentro explicación de por qué me hacen esto: me hace pensar que es personal, pero no me quedaré cruzada de brazos, dijo González: Me robaron mi lugar en la selección.

El presidente de la Federación Mexicana de Judo, Manuel Larrañaga, dijo que lo que ocurrió fue un malentendido.

Asegura que a la competencia de Querétaro las deportistas fueron citados a las 9 de la mañana, pero los combates estaban programados a las 10 horas. Los organizadores hicieron mal –explica– en convocar a Silvia a las 9 y en decretarla vencedora, porque ésa no era la hora en la que se llevaría a cabo el combate. Como la otra competidora no sabía, llegó cuando le correspondía.

Larrañaga llamó la atención de los responsables y al entrenador de Silvia para que regresaran, explicando el malentendido. Pero me dijo que no podía porque ella ya estaba a bordo de un camión: era obvio que no querían volver.

Uno de los argumentos del federativo es que Sandra Sánchez –campeona panamericana– es superior técnicamente a Silvia González. Tenía que vencer en dos de tres competencias ese día, pero sólo logró una. Esto lo niega la afectada, pues asegura que ganó dos luchas por ausencia de la rival.