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Reproducen atavismos y estereotipos

Rechazo en el Senado a apología de las telenovelas
 
Periódico La Jornada
Sábado 19 de marzo de 2011, p. 14

Senadores de PRI, PRD y PT rechazaron la aseveración sobre el valor educativo de las telenovelas, expresada por el secretario de Educación, Alonso Lujambio. Jamás podrán tener ese valor, ya que son reproductoras incesantes de elementos atávicos, sostuvo el perredista Pablo Gómez, mientras la petista Rosario Ibarra consideró aberrante que un funcionario exprese una tarugada de ese tamaño.

Igualmente, el senador priísta Carlos Jiménez Macías dijo que no puede compartirse una afirmación como esa y menos cuando viene del responsable de la educación en el país.

No es propio de la autoridad educativa hacer el ditirambo de las telenovelas, que no han hecho aporte cultural alguno, sino que reproducen atavismos, formas atrasadas y falsas, en lugar de impulsar la liberación y la superación, recalcó el senador Gómez Álvarez.

Hizo notar que la popularidad de esos melodramas exhibidos por las dos grandes televisoras se debe a la identificación de la gente con una serie de personajes, donde los buenos triunfan sobre los malos y los pobres se convierten en ricos. No es algo que las autoridades debieran promover, sobre todo porque justamente se busca que en la escuela se rompa con esos atavismos.

Gómez Álvarez recordó a Lujambio que el artículo tercero constitucional privilegia el impulso de la ciencia, el arte y la cultura nacional, lo cual no es la esencia de las telenovelas. Indicó que prohibirlas sería absurdo, pero tampoco es propio del secretario de Educación Pública hacer una promoción exagerada de las mismas.

Por separado, Rosario Ibarra, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, dijo que hay que recordarle a Lujambio que en dicho artículo constitucional se señala expresamente que la educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios, elementos que son inherentes a las telenovelas.

Resaltó que con esos programas se ha buscado siempre mantener enajenada a la población. Lujambio debería esforzarse y pensar un poco más, para impulsar, por ejemplo, campañas para que niños y adultos lean a escritores y pensadores clásicos, que no diga esa tarugada de que con las telenovelas se puede educar, y menos con las que transmite la televisión mexicana.

Jiménez Macías comentó que es un debate bastante viejo, del que se ha concluido que definitivamente las telenovelas no contribuyen a la educación de niños y adultos.