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Llama a sus compañeros ministros a rendir cuentas y ser transparentes

Mi designación en la Corte, sin compromiso ni padrinazgo: Pardo
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El presidente de la SCJN, Juan Silva Meza, dio la bienvenida al nuevo ministro Jorge Mario Pardo RebolledoFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Miércoles 16 de febrero de 2011, p. 23

Mi designación como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se debe exclusivamente a mi trayectoria dentro de la carrera judicial, sin compromisos ni padrinazgos, sin recomendaciones ni vínculos, sostuvo Jorge Mario Pardo Rebolledo.

En sesión solemne ante los plenos de la SCJN, del Consejo de la Judicatura Federal y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en la que le dieron la bienvenida como ministro, Pardo Rebolledo subrayó que su nombramiento no es fruto de mis méritos, sino del cuerpo judicial que me ha formado generosamente desde estudiante.

El nuevo integrante del máximo tribunal, con 27 años de carrera judicial, se convirtió en el primer magistrado de circuito en activo en ser elegido ministro de la SCJN desde la reforma judicial de 1994. Cinco meses después de la muerte de José de Jesús Gudiño Pelayo, ayer finalmente quedaron integrados en su totalidad el pleno y la primera sala de la Corte.

Pardo Rebolledo, quien será el responsable de desempatar 25 asuntos (uno de éstos de pleno –sobre la procedencia del amparo presentado por un grupo de intelectuales en contra de la reforma al artículo 41 constitucional– y el resto de la primera sala), trató de quitarle presión a los votos definitorios que emitirá en las próximas semanas al señalar: mi voto en este pleno y en la sala de mi adscripción constituirá sólo uno más y tendrá “la misma fuerza que tienen los de mis compañeros ministros.

Mi opinión sobre los distintos temas pendientes de resolución no debe ser considerada como un voto único y aislado, sino que debe inscribirse en la dinámica de la toma de decisiones colegiadas propias de esta Corte.

En sesión solemne y ante la presencia de su esposa e hijos, funcionarios judiciales e invitados especiales, Pardo Rebolledo insistió –lo que para algunos de los presentes pareció una reiteración innecesaria luego de que durante el proceso de su designación rechazó los cuestionamientos que le hicieron legisladores de oposición sobre sus presuntos vínculos con políticos y abogados panistas, como Diego Fernández de Cevallos– en que su compromiso único e indisoluble es con la justicia y la Constitución.

Nieto del ministro Mario Rebolledo Fernández, quien presidió el máximo tribunal en dos ocasiones en los años 70 y 80,  Pardo –quien inició su carrera judicial como actuario, al tiempo que estudiaba la licenciatura en la Escuela Libre de Derecho–, dijo estar convencido de que los principios de independencia y autonomía conforman la principal divisa del quehacer jurisdiccional.

Porque un Poder Judicial de la Federación fortalecido e irreprochable en estos valores servirá cada vez mejor a la sociedad y al país entero, indicó.

Convocó a sus nuevos compañeros a incrementar la confianza de la sociedad en la SCJN. Es necesario rendir cuentas y ser transparentes, pero sobre todo requerimos estar a la altura de la grave y delicada responsabilidad de juzgar a un semejante.

Previamente, el ministro presidente Juan N. Silva Meza le entregó a Pardo Rebolledo la toga magisterial que usan los integrantes del máximo tribunal desde 1941 en las sesiones de pleno y sala, con lo que se formalizó su nuevo encargo luego de 27 años de carrera judicial.

A nombre del pleno, Fernando Franco habló sobre la trayectoria de de Pardo Rebolledo. Hizo notar que su designación tiene lugar en momentos difíciles para nuestro país, en los que la Corte tendrá que definir asuntos importantes, como la procedencia del juicio de amparo en contra de reformas constitucionales, los alcances de la jurisdicción militar, reformas estatales en materia de derecho a la vida, entre otros.

Franco llamó la atención en que la designación de Pardo no sólo es motivo de distinción para el nuevo ministro, sino también para la carrera judicial, y con ello a la valía de quienes la han abrazado como compromiso de vida y de servicio a México.

De esta manera, el pleno del máximo tribunal quedó conformado con cinco ministros con carrera judicial: Juan N. Silva Meza, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Margarita Luna Ramos Luis María Aguilar y el propio Pardo, y seis ministros sin experiencia en el Poder Judicial federal: Olga Sánchez Cordero, Sergio Valls Hernández, José Ramón Cossío Díaz, Fernando Franco, Sergio Aguirre y Arturo Zaldívar.