El llamado de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas –en la que participan los ex presidentes César Gaviria, de Colombia, y Fernando Henrique Cardoso, de Brasil– para despenalizar el consumo de drogas, es una muestra de la necesidad de configurar una nueva estrategia que regule esas sustancias y no criminalice a los consumidores, señalaron especialistas e integrantes de organizaciones civiles.

René Jiménez Ornelas, coordinador de la Unidad de análisis sobre violencia social del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sostuvo que la estrategia bélica de Felipe Calderón es errónea, porque sólo ha generado más violencia. La despenalización es la vía correcta, siempre y cuando tengamos muy claro que no se resolverá mañana, sino a mediano plazo.

La estrategia debe ser preventiva y educativa, mientras la regulación de las sustancias debe darse de acuerdo con el tipo de drogas: La heroína y sus efectos es diferente a la mariguana.

Daniel Márquez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, indicó que en México existe un doble discurso sobre la regulación: por un lado, la Ley Federal de Salud permite el consumo de algunas sustancias en ciertas cantidades, y por otro, se persigue a los vendedores. ¿Cómo obtener entonces pequeñas dosis?

Agregó que la propuesta de la comisión es un intento por atacar el problema de las adicciones y el narcotráfico desde una perspectiva más novedosa. “Nadie pide que se llenen las calles de adictos, pero sí que se consideren soluciones distintas. Que Hillary Clinton venga a México y afirme que la única manera de enfrentar a los cárteles es con una política policiaco-militar y, aún más, que diga que el próximo Presidente debe continuar con esa estrategia, es una actitud que etiqueta el futuro de nuestra nación”.

Carlos Zamudio, investigador del Colectivo por una política integral hacia las drogas, afirmó que el planteamiento de la comisión representa un avance en el trabajo que hace dos años comenzó entre países de Europa y América Latina. Sin embargo, un obstáculo para esos esfuerzos es la posición ambivalente de Estados Unidos, el país con mayores índices de consumo en el mundo, que se resiste más a la regulación y promueve acciones militares y represivas en otras naciones, como Colombia y México.

El coordinador institucional del Centro Cáritas de Formación contra las farmacodependencias y situaciones críticas asociadas AC, Joaquín del Bosque, aseveró que la propuesta de los dos ex presidentes busca desactivar un negocio ilícito que produce muchísimo dinero y avanzar en un esquema de la regulación útil para la realidad de cada país latinoamericano.