Política
Ver día anteriorMiércoles 26 de enero de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Según comunicado, el panista fue sentenciado a muerte

El jefe Diego a sus plagiarios: no hubo montaje mediático

El grupo rechaza haber secuestrado al empresario García Valseca

Foto
El ex senador Diego Fernández de Cevallos, el pasado 20 de diciembre, día en que fue liberadoFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de enero de 2011, p. 16

La Red por la Transformación Global (RTG), grupo que secuestró y liberó a Diego Fernández de Cevallos, reveló ayer en un comunicado que el ex senador fue condenado a la pena capital, pero que éste pidió por escrito que le fuera conmutada. Encausada dicha solicitud, fue liberado a las 6:13 a.m. del día 20 de diciembre de 2010.

Fernández de Cevallos confirmó esa versión en declaraciones radiofónicas a José Cárdenas. Sí solicité por escrito y con mi firma la revocación de la sentencia de muerte, expresó el panista, quien insistió en que ha tenido cuidado de no calificar ni descalificar la sinceridad de los pronunciamientos ideológicos que esas personas han hecho de manera pública. Simplemente he registrado los hechos y los he dado a conocer.

En el comunicado, distribuido vía electrónica ayer por la mañana, la RTG se deslindó del montaje mediático y cinismo sin límites que se dio tras la liberación de Fernández de Cevallos.

El grupo aclaró que el plagio y maltrato que denuncia el empresario Eduardo García Valseca, bajo la asesoría del señor Antonio Ortega, no fueron realizados por nosotros. Consideramos que dicho acto no pudo haber sido llevado a cabo por organización revolucionaria alguna.

En las declaraciones radiofónicas para hacer cinco precisiones al documento de la RTG, el ex senador y ex candidato presidencial reconoció que fue sentenciado a muerte el día anterior a su liberación, que su solicitud para que ésta fuese revocada la hizo por escrito y con su firma, que su liberación fue en la madrugada del 20 de diciembre pasado y no como dolosamente algunos medios de comunicación afirmaron. Negó que hubiera montaje mediático, pues se concretó a hablar con la verdad, y que ha tenido cuidado en no calificar ni descalificar la sinceridad de los pronunciamientos ideológicos que estas personas han hecho de manera pública.

En el documento, titulado Postdata y proemio, la RTG explicó que, previo a su liberación, se concedió a Fernández de Cevallos no (re) cortarle la barba, de lo demás (montaje mediático y cinismo sin límites) no nos hacemos cargo. Hicimos la asunción explícita de la actividad realizada, reiteramos que la responsabilidad es nuestra, no así del uso que de nuestras acciones y palabras se haga con otros fines.

Especificaron que su texto no podrá despejar la densa niebla en torno al caso, a pesar de que “la sospecha, el escepticismo, la incredulidad y la desconfianza son algunos de los componentes de esa espesa bruma que la opinocracia se ha encargado de esparcir a los cuatro vientos”.

En este contexto destacaron que históricamente el imperativo del emporio comunicativo ha sido velar y encubrir. Cuando los hechos los rebasan y son inocultables, su tarea es sembrar dudas, dirigir opiniones, engañar con la verdad, banalizar lo esencial, esencializar lo banal, encauzar las posibles críticas y desacreditar toda acción u omisión que afecte la imagen, el discurso o los intereses de los que detentan el poder económico y político.

El grupo concluyó su mensaje advirtiendo que el ejercicio de la violencia constructiva es para nosotros un recurso legítimo, pero necesita de un proyecto en el que su uso sea solamente un medio necesario. Nuestro proyecto es reconstituir nuestra condición humana que la vileza de los poderosos nos arrebata; para nosotros la brújula es la rehumanización que hasta ahora nos es negada. Conscientes estamos de que un mayor nivel de organización implica un menor grado de violencia, y eso vale tanto para los movimientos sociales como para la vida en comunidad y el Estado nacional.

El documento, de dos cuartillas, es firmado por la Red por la Transformación Global ¡Contra la injusticia y la impunidad, ni perdón ni olvido!