Sociedad y Justicia
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Benedicto XVI no tiene la altura de un pastor para conducir a mil millones de fieles: Boff

La Iglesia católica, en profunda crisis como institución, asegura teólogo brasileño
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El Papa mantiene una estructura autoritaria y totalitaria que relega a la mujer y ha abandonado a los pobres, aseguró el teologo Leonardo Boff, durante una conferencia de prensa ayer en la Casa LammFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Martes 14 de diciembre de 2010, p. 41

Leonardo Boff, uno de los iniciadores de la Teología de la Liberación, aseguró que como institución, la Iglesia católica está en profunda crisis de gobierno, que supera aun los conflictos ocasionados por pedofilia. Dijo que Benedicto XVI es un gran profesor de teología, pero no tiene la altura de un pastor para conducir a una Iglesia con más de mil millones de integrantes.

De visita en el país, señaló en conferencia de prensa, en la Casa Lamm, que el pontífice mantiene una estructura autoritaria y totalitaria que relega a la mujer y ha abandonado a los pobres. No ha entendido, sostuvo, que el gran enemigo es el capitalismo salvaje, y por tanto, es cobarde golpear a la Teología de la Liberación, a la cual vincula con el marxismo.

Con este Papa se ha cortado totalmente el diálogo con la modernidad, que es estigmatizada como el triunfo de la racionalidad secular, de la privatización de todos los valores religiosos y eclesiales, y el dominio de una visión materialista del mundo.

A diferencia de Juan Pablo II, que aceptaba los derechos humanos, el muro del trabajo, Benedicto XVI considera toda la modernidad como decadencia y tiene una batalla directa contra ella, afirmó el teólogo brasileño, quien en 1992 renunció al sacerdocio debido a las presiones que recibió del Vaticano.

Opta por ricos, olvida a pobres

Indicó que Benedicto XVI opta por Europa, que para nosotros representa a los ricos y abandona a los pobres, sin darse cuenta que ésa es una actitud equivocada, que lleva a un cristianismo sin entusiasmo y sin relevancia histórica.

Señaló que actualmente, el cristianismo es una religión del tercer mundo –con 53 por ciento de sus miembros– aunque esa gran mayoría no tiene casi representatividad en los organismos centrales del Vaticano, que son dominados por la Iglesia italiana y centroeuropea, y mantiene a las iglesias de la periferia bajo un estricto control doctrinario y de liturgia. Eso hace que el cristianismo tenga dificultad de realizar su misión más específica, que a mi juicio es promover la justicia y la paz a escala mundial.

Boff señaló como errores de gobierno del actual Papa que haya entrado en conflicto con indígenas, con judíos, con musulmanes; ha roto el diálogo con iglesias evangélicas, considerándolas unidades eclesiásticas y con las mujeres, alejándolas de cualquier poder y participación al interior de la Iglesia.

Al desgranar la situación que vive la Iglesia católica como institución, Boff habló de la pedofilia, en la cual se han visto involucrados cardenales, obispos y muchos sacerdotes en el mundo. Aseguró que este asunto toca un punto central que Roma no acepta como negociable, que es la sexualidad y el celibato. Indicó que esos comportamientos criminales han afectado mucho a la institución, y citó el caso del fundador de la Legión de Cristo, Marcial Maciel, como muy relevante, pues fue un hombre que cometió todos los pecados. No ha habido alguien tan perverso como él, manifestó.

A su juicio, “la más grande crisis de la Iglesia no viene de la pedofilia, sino de la forma como la jerarquía ha organizado el poder.

Es una de las pocas instituciones en el mundo que tiene poder autoritario, totalitario; es una institución monosexual, donde las mujeres no tienen presencia, y se confiere al Papa un poder que solamente Dios tiene y no acepta ninguna crítica”. Mientras siga esa estructura, sentenció, la Iglesia se va desmoralizando.

Por la tarde, Boff dictó la conferencia Diversidad religiosa y no discriminació, en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, ante un auditorio lleno.