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Francisco Núñez reivindica la libertad y la igualdad como símbolos de la Independencia

Rescata compositor la influencia de la música mexicana en Europa

El autor de la tonadilla escénica de la obra Josefa: el ombligo de la luna muestra cómo en el viejo continente conocieron nuestras danzas, como la zarabanda, la chacona y la pavana, asevera

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Elenco de Josefa: el ombligo de la luna, ayer, en Querétaro, durante la presentación a los representantes de la prensaFoto La Jornada
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La obra musical se estrenará en diciembreFoto La Jornada
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 23 de noviembre de 2010, p. 4

Querétaro, Qro., 22 de noviembre. Documentar la influencia determinante de la música mexicana del siglo XVII en Europa es el propósito de la obra Josefa: el ombligo de la luna”, del compositor Francisco Núñez Montes.

Luego de la conquista, los europeos conocieron de la tradición mexicana danzas como la zarabanda, la chacona y la pavana.

La obra está basada en la tonadilla escénica, vertiente que representó la transformación de nuestra mexicanidad, es decir, que siendo de origen español se transformó en mexicana, debido a que nuestros antepasados superaban en mucho a los españoles; los indígenas, en tres meses, se aprendían toda la música que interpretaban los peninsulares.

Sin justicia social ni paz

En conferencia de prensa, Núñez Montes –autor de la música de la tonadilla escénica mexicana de esa obra– explicó que todas las piezas musicales que se presentarán en el auditorio Josefa Ortiz de Domínguez son inéditas y están fundamentadas en una investigación sobre ese género que representa el rescate del canto nacional.

La tonadilla escénica, dijo, es el alma del pueblo, pues mediante la música y el baile manifiesta sus impulsos, su sentir y su visión, así como el hecho de mostrar referencias históricas.

La canción mexicana refleja por un lado la fusión de las músicas española y nacional, transforma a ésta y la europea. Esto es fundamental subrayarlo porque danzas mexicanas como la zarabanda, la chacona y la pavana se fueron a Europa cuando Hernán Cortés llevó a nuestros ancestros a danzar ante los reyes católicos y a cantar, pero tocaban, bailaban y hacían sonar instrumentos al mismo tiempo, expresó el músico.

Josefa: el ombligo de la luna, indicó su autor, busca mostrar toda esa influencia, algo que dimos a Europa y al resto de América.

De igual forma, se trata de reivindicar el mensaje de libertad, independencia, igualdad y justicia social que son símbolos de la Independencia de México.

Señaló que con la obra musical, de la cual José Dolores González Ortiz es el autor del libreto y las canciones, se busca promover la palabra y el mensaje sobre los ideales de la lucha independentista, así como contar la historia de la heroína Josefa Ortiz de Domínguez.

La pieza musical, en la que participará la Orquesta Filarmónica de Querétaro, dirigida por Guadalupe Flores, resalta la figura femenina a través de doña Josefa, pues las mujeres encarnan el papel de agentes trasformadores. Por eso está dedicada a la mujer.

Francisco Núñez manifestó que hoy no somos libres ni independientes; no hay justicia social, tampoco paz, como muestra violencia que ocurre en muchos lugares del país.

Ante esa realidad, consideró que es necesario rescatar los ideales que fueron símbolo de la lucha independentista de México, al expresar mediante el canto ese mensaje, con la participación de actores que representan a Josefa Ortiz de Domínguez, Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y otros personajes de esa época, en Querétaro, como Epigmenio González.

Los participantes interpretaron un fragmento de la tonadilla que estrenarán en diciembre próximo. Mediante el canto narran la escena cuando los rebeldes son descubiertos por un infiltrado que informa a las autoridades del virreinato sobre la pretensión del alzamiento, pero Josefa Ortiz logra advertir a los insurgentes: Nueva España no seremos más, nos llamaremos México, que en náhuatl significa, el ombligo de la luna, entonaron.

Descendientes del corregidor

En la obra participan los niños Diego y Alejandro, de cinco y 11 años de edad, respectivamente, descendientes del corregidor de Querétaro, Miguel Domínguez.

Leticia Negrete Salas de Domínguez, abuela de los menores, señaló que los niños son la última generación viviente del corregidor, pues se percataron de ello luego de investigar el árbol genealógico del personaje queretano.

Francisco Núñez Montes pide la participación de los niños para interpretar la obra musical. Alejandro tiene el papel del hijo de Emeterio González.