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Afganistán: callejón sin salida
Airado rechazo estadunidense a demanda de Karzai de cesar operativos de tropas invasoras

EU planea finalizar en 2014 las misiones de combate en el país asiático, trasciende

El líder talibán califica de falsos rumores la existencia de conversaciones de paz

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Un marine es ayudado a subir a un helicóptero, luego de resultar herido durante una misión en el sur de Afganistán, el miércoles pasadoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Martes 16 de noviembre de 2010, p. 2

Washington, 15 de noviembre. Estados Unidos planea transferir a las fuerzas afganas la responsabilidad de la seguridad en Afganistán en un plazo de entre 18 y 24 meses y terminar las misiones de combate en el país asiático en 2014, trascendió hoy, en momentos en que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, defendió las operaciones militares en esa nación invadida hace nueve años, al rechazar declaraciones del presidente Hamid Karzai, quien exigió terminar con los operativos de las fuerzas extranjeras.

El líder talibán, mullah Omar, calificó de falsos rumores la existencia de conversaciones de paz entre la insurgencia y el gobierno de Karzai y amenazó con más ataques contra los invasores.

Según los diarios The Wa-shington Post y The New York Times, fuentes gubernamentales no identificadas revelaron un calendario para entregar la seguridad a las fuerzas afganas, lo que permitiría terminar ahí las operaciones de combate de Estados Unidos.

El Post indicó que el gobierno del demócrata Barack Obama presentará el plan durante la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que comenzará el viernes en Lisboa, y será el más detallado hasta ahora para la futura retirada de las tropas estadunidenses y de las fuerzas internacionales de Afganistán, invadido el 7 de octubre de 2001.

El Times agregó que esto refleja el más concreto plan para la transición en Afganistán montado por funcionarios civiles y militares desde que Obama asumió la presidencia, el año pasado.

En diciembre de 2009 Obama ordenó al ejército estadunidense traspasar de forma paulatina la responsabilidad de la seguridad al gobierno afgano. Para reforzar la lucha contra los talibanes, el presidente estadunidense envió este año otros 30 mil soldados.

De acuerdo con el Times, el plan de transferencia tiene un precedente en Irak, donde un similar aumento de tropas y cambios de estrategia bajo la presidencia de George W. Bush permitió a Wa-shington entregar en 2007 la seguridad a los iraquíes.

Estados Unidos retiró a 140 mil soldados de Irak y dio por concluidas sus operaciones de combate, aunque permanecen 50 mil efectivos en suelo iraquí, cuyo fin, según la Casa Blanca, es de apoyo y entrenamiento.

Afganistán fue invadido con el argumento de que el régimen talibán daba cobijo a Osama Bin Laden, líder de la red Al Qaeda y responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.

Karzai declaró ayer al Wa-shington Post que llegó la hora de reducir las operaciones militares de los efectivos invasores.

El presidente afgano especificó que sus palabras no eran una crítica a la misión estadunidense, pero aseguró que, después de nueve años de guerra, su pueblo se vuelve impaciente.

Según Karzai, la población afgana no puede soportar más la enorme presencia militar internacional y quiere ver reducida la inoportuna aparición de los soldados en su vida diaria. Reclamó ante todo que se terminen las redadas que tropas extranjeras realizan en medio de la noche.

Las reacciones a lo dicho por Karzai no se hicieron esperar. Hillary Clinton defendió los operativos castrenses, al señalar que compartimos esta preocupación y lo hemos discutido varias veces. Pero creemos que las acciones con blancos precisos contra insurgentes de alto rango y sus redes son un componente clave de nuestras operaciones cívico-militares.

De su lado, el comandante en jefe de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) en Afganistán, bajo el mando de la OTAN, el general estadunidense David Petraeus, reaccionó con sorpresa y decepción a las palabras de Karzai, y afirmó que socavan los esfuerzos de la OTAN por devolver la estabilidad.

Desde su base en Kabul, Petraeus calificó 2011 de importante en el país asiático tras un encuentro con dos altos funcionarios alemanes, ministro de Transporte, Peter Ramsauer, y el secretario de Estado para la Defensa, Christian Schmidt, en la sede general de la ISAF en la capital afgana.

Petraeus habló además con prudente optimismo de ligeros éxitos en Afganistán y admitió que queda mucho por hacer en los próximos meses y años.

La mala relación entre Karzai y Estados Unidos provoca regularmente crisis, particularmente después de la relección del mandatario afgano en 2009, calificada de fraudulenta.

Según analistas, Estados Unidos no suele desaprovechar las oportunidades de pedir a Kabul mayor esfuerzo para luchar contra la corrupción, lo que desata agrias respuestas del gobierno afgano.

En Bruselas, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, juzgó indispensable que las tropas extranjeras mantengan una fuerte presión sobre los talibanes.

He leído atentamente lo que ha dicho el presidente Karzai, y sus comentarios están en conformidad con nuestra propia orientación a favor de un periodo de transición durante el cual los afganos tomarán cada vez más las riendas de las operaciones militares, y las fuerzas internacionales desempeñarán un creciente papel de apoyo, declaró.

El mullah Omar calificó de falsos rumores las informaciones sobre conversaciones de paz entre los insurgentes y el gobierno afgano.

En un mensaje difundido en Internet en vísperas del inicio de la festividad islámica Eid-al-Adha, Omar indicó que las hipótesis de negociaciones para un plan de paz son una ilusión.

El enemigo quiere encubrir su fracaso en Afganistán aumentando injustamente las esperanzas en los corazones de sus respectivos pueblos, destacó.

El astuto enemigo que ha ocupado nuestro país intenta, por un lado, ampliar sus operaciones militares y, por otro, quiere arrojar polvo a los ojos de los ciudadanos difundiendo rumores de negociación, afirmó el mullah.

Omar, quien se cree está escondido en una zona montañosa entre Afganistán y Pakistán, aseguró que los talibanes no negociarán con el gobierno títere y corrupto de Karzai mientras tropas extranjeras permanezcan en territorio afgano.

En su mensaje, el jefe talibán advirtió que la resistencia afgana extenderá las operaciones militares en todo el país para vencer por completo a las tropas locales e internacionales. El enemigo, aseguró, está retirado y asediado.

Nuestra estrategia consiste en incrementar nuestras operaciones paso a paso y llevarlas a cualquier parte del país para obligar al enemigo a salir de sus escondites, destacó.

Omar también resaltó que Afganistán “está sumergido en la corrupción, de un gobierno que lo único que anhela es llenarse las bolsas con dinero y desplumar a las masas.

La penuria, la hambruna, la pobreza, la personas sin hogar, las víctimas civiles, varias enfermedades, las aberraciones de los jóvenes y la desviación cultural y social en nombre de la democracia están alcanzando su clímax.

Dirigentes afganos y de la OTAN avalaron en estos últimos meses un posible inicio de diálogo de paz entre el gobierno de Karzai y los talibanes.

El propio mandatario afgano afirmó que su administración realiza conversaciones con los rebeldes desde hace cierto tiempo. Los talibanes han desmentido varias veces toda conversación de paz.

En el terreno, al menos nueve guardias, un policía y siete talibanes murieron este lunes al atacar los insurgentes una antena de telefonía en el norte de Afganistán, informaron fuentes policiales.

La rebelión de los talibanes se extendió en años recientes al norte del país, zona en la que hubo menos enfrentamientos que en otras luego de la invasión, en 2001.