Economía
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Señala que el exceso de capitales especulativos desató la crisis financiera de 2009

Insta Calderón ante el G-20 a no manipular tipo de cambio y tasas
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Jefes de Estado y de gobierno de países integrantes del G-20, así como los responsables de la Organización Mundial de Comercio y el Fondo Monetario Internacional posan para la foto de la reunión de SeúlFoto Ap
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Periódico La Jornada
Sábado 13 de noviembre de 2010, p. 23

Seúl, 12 de noviembre. La solución de fondo al conflicto de las divisas entre China y Estados Unidos, con evidentes implicaciones globales por los efectos en sus respectivas economías es la instrumentación de políticas macroeconómicas mucho más responsables, que no manipulen o no pretendan controlar variables que debe regular el mercado, tanto el tipo de cambio, como las tasas de interés. Y eso aplica para todos los mercados, aseguró el presidente Felipe Calderón, al fijar las conclusiones que México saca de la cumbre del G-20.

Calderón planteó que una de las causas que desataron la crisis que se vivió en el mundo en 2009 “tuvo que ver con los desequilibrios: un exceso de capital especulativo en diversos mercados, en los precios de las materias primas, los llamados commodities, que se transmitió después a mercados financieros no debidamente regulados, por ejemplo, en el caso de los derivados y, posteriormente, eso provocó una serie de burbujas que finalmente estallaron y provocaron la crisis de 2009”.

Continúan desequilibrios

Algunos de estos factores siguen presentes porque no se han corregido los desequilibrios macroeconómicos, dijo Calderón al ofrecer un mensaje a medios sobre su balance de los alcances de los acuerdos del G-20.

Observó que ha habido reticencias para corregir estas distorsiones en las políticas económicas de algunos países, cuyas acciones tienen efectos globales pero destacó que se pudieron lograr algunos avances para fijar, al menos, el próximo año como el periodo para abordar esta discusión más ampliamente. Es la primera vez, dijo, que se reconocen formalmente, por lo menos a este nivel, por todos los actores, de ahí la importancia de la declaración de conclusiones.

Al abundar sobre la denominada guerra de divisas entre China y Estados Unidos, el mandatario mexicano dijo que en el primer caso hay una depreciación artificial del yuan que provoca un desequilibrio importante a nivel mundial pues le genera a los chinos un superávit en la balanza comercial y, por otro lado, provoca, como un efecto espejo, en la economía estadunidense que enfrenta un déficit enorme en la balanza de pagos que afecta el comercio internacional.

Para enfrentar esta situación, Estados Unidos ha adoptado una política de reducir las tasas de interés que tiene como consecuencia la apreciación de otras monedas respecto al dólar lo que, dijo Calderón, reduce la competitividad de las exportaciones de países como México, que resienten esta reacción del mercado cambiario.

Por otro lado, en el documento sobre los compromisos y balance de las políticas de cada país, en el caso de México se subraya la importancia de mantener niveles de déficit fiscales muy bajos en relación con otros países; se reconoce una política monetaria basada en un tipo de cambio flexible; se menciona como un punto positivo el incremento en la inversión pública destinada a infraestructura y se sugiere mantener presupuestos balanceados para los próximos años.

Subrayó, por otro lado, la importancia de las reformas a los organismos financieros internacionales, cuya revisión calificó de exitosa porque le da más legitimidad, más transparencia y más eficiencia al Fondo Monetario Internacional. Lo anterior, en la medida en que amplía la participación de los países emergentes en los órganos de gobierno del FMI.

Recordó que México fue el primer país en utilizar los mecanismos adicionales del FMI justo en medio de la crisis de 2009. Se generó una gran estabilidad económica en cuanto al peso mexicano.