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En su obra más reciente invita a apreciar las posibilidades que tenemos, dice

Alegrémonos de ser mujeres; la feminidad es como un poder: Belli

Una de las grandes necesidades es liberar nuestro potencial, plantea la escritora nicaragüense

Propone revertir la marginación que padecen mediante la reorganización del mundo laboral

 
Periódico La Jornada
Miércoles 20 de octubre de 2010, p. 3

En El país de las mujeres, la novela más reciente de Gioconda Belli, la escritora nicaragüense propone un gobierno de mujeres, orgullosas de su feminidad y del poder que tienen para cambiar el mundo de la política, que cada vez se aleja más de la realidad.

En entrevista, la autora considera que su obra logra hacer sentir bien a las mujeres de ser mujeres. El propósito es que nos alegremos de serlo y nos divirtamos, porque la feminidad es como un poder. El libro está hecho para celebrar ser mujeres y para apreciar las posibilidades que tenemos.

El país de las mujeres es la obra ganadora del Premio Hispanoamericano de Novela La Otra Orilla, otorgado por Grupo Editorial Norma, y se presentó el domingo pasado en la Feria del Libro del Zócalo.

En la novela, la autora imagina cómo sería el mundo si fuera gobernado por mujeres, cómo cambiaría la vida de los ciudadanos no sólo al tener una presidenta, cosa que ha ocurrido ya en varios países, sino en una situación en la que un partido de mujeres gobernara. ¿Qué pasaría con los hombres? ¿Cómo evolucionarían las relaciones humanas?

La autora explica que la idea de la novela surgió hace 15 años, porque durante la revolución sandinista en Nicaragua hubo un grupo de mujeres que formaron el Partido de la Izquierda Erótica.

“Nos reuníamos en secreto –prosigue– para coordinar estrategias de cómo abordar los problemas de la mujeres en los diferentes lugares donde estábamos cada una ubicada. No éramos el poder, porque eso lo tenían los hombres, pero teníamos posiciones importantes.”

Para Gioconda Belli, una de las grandes necesidades del mundo es liberar el potencial femenino que ha estado sojuzgado y oprimido, porque a partir de la revolución feminista en el siglo XX las condiciones del mundo no se adaptaron a las de la mujer.

“Muchas mujeres –señala la escritora– volvieron a la posición anterior porque, en vez de liberarse, se vieron sobrecargadas no solamente en el aspecto de la maternidad, sino con el trabajo. Estuvo mal la forma en que se reorganizó el mundo con la presencia de la mujer, así que tenemos que romper con esa división entre el trabajo y la casa, y justamente eso plantea la novela”.

Foto
Gioconda Belli durante la entrevista con La JornadaFoto Cristina Rodríguez

La autora sostiene que las utopías son algo inalcanzable, y lo que se plantea en El país de las mujeres es factible, sólo se necesita hacer política en el Partido de la Izquierda Erótica (PIE) que cuenta con una página electrónica www.partidoizquierdaerotica.com, donde invita a crear un partido femenino global.

En su novela, Gioconda Belli también explora el tema de cómo perfeccionar la democracia, ya que las protagonistas de la historia se proponen educar a la sociedad para la libertad.

“La mujer es fundamental en el desarrollo y eso no lo invento yo: está comprobado. Las mujeres saben que la sociedad debe estar consciente de usar su libertad y su voto para que exista la democracia. Que la gente vote con responsabilidad, con un conocimiento de causa y no solamente se guíe por la propaganda electoral.

En el libro quería crear un mundo donde las mujeres quisieran vivir, dónde realmente se puedan hacer las cosas bien y eso tendría impacto en la felicidad y también en conservar el planeta. La novela se enfoca en la necesidad de preocuparnos por cuidar el país, mostrar esa experiencia femenina del cuidado y que tengamos una actitud distinta a la que tenemos con la política y el Estado.

Exilio y militancia

Gioconda Belli considera que la mujer sigue siendo marginada por las creencias acerca de su papel biológico, y para revertir esa situación plantea que la sociedad reorganice el mundo del trabajo y que las mujeres puedan ingresar al mercado laboral y que los hombres ejerzan la maternidad, como describe en la historia.

La novela transcurre en un país llamado Faguas, inventado por la escritora en la obra La mujer habitada. El lugar quiere decir fuego y agua, y de alguna manera es una metáfora alusiva a Nicaragua, pero sin ceñirse sólo a esa realidad.

Belli, quien es una de las escritoras latinoamericanas más reconocidas fue integrante del Frente Sandinista de Liberación Nacional en la lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza. Vivió exiliada en México y Costa Rica, y ocupó varios cargos partidarios y gubernamentales en la Revolución Sandinista, en los años 80 del siglo pasado.