La iniciativa que presentó la semana pasada el presidente Felipe Calderón en el Senado para crear mandos únicos en las policías estatales es un proyecto de largo plazo que cumple objetivos de impacto mediático, y difícilmente será aprobada en lo que resta del actual sexenio, sostuvo José Luis Piñeyro, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), experto en seguridad nacional y fuerzas armadas.

Mientras, Martín Barrón, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe) y autor del libro La policía en México, sostuvo que esa propuesta de modificaciones a la Constitución no garantizará la solución a la inseguridad pública en el país.

Añadió que de aprobarse esta iniciativa tal cual fue presentada a los senadores, puede derivar en otras crisis de inseguridad, como la posibilidad de que surjan corporaciones policiacas de corte fascista, mandos únicos que puedan seguir siendo infiltrados por la delincuencia organizada y desempleo para más de 300 mil policías locales de todo el país, que podrían terminar sumándose a las filas de los grupos criminales al quedar fuera de alguna de las corporaciones para las que actualmente trabajan.

Sin impacto positivo

Ambos especialistas, en entrevistas con La Jornada, consideraron que la propuesta de un mando único estatal controle las policías municipales es una decisión de carácter político que no resuelve los problemas de esas corporaciones, y avizoran que no tendrá impacto positivo en la seguridad pública.

Estamos ante un nuevo golpe mediático del gobierno federal, considerando que los tiempos de las Cámaras de Diputados y Senadores no permitirán que se apruebe esta iniciativa en materia de policías, ni mucho menos tener su ley secundaria correspondiente, antes de las elecciones de 2012, sostuvo Piñeyro.

Sobre el contenido de esta propuesta, que entre otras metas busca centralizar los mandos de las policías municipales, el académico de la UAM se cuestionó: ¿qué garantías habrá de que al estar centralizando en 32 mandos de policía estatal no habrá infiltración en las cabezas de mando que se designen?, ¿qué controles internos habrá para reducir la posibilidad de infiltración, de arriba para abajo, del crimen organizado? y ¿qué controles externos habrá, en términos sociales?, porque si no se tiene contemplado esto, estaremos peor.

Martín Barrón destacó que la propuesta presidencial no parte de un diagnóstico claro de la situación de las corporaciones policiacas municipales, lo cual la convierte en una iniciativa limitada, cuyos efectos finales pueden ser contraproducentes a los que esperan las autoridades federales.

No se han hecho los análisis pertinentes, estado por estado, de si en realidad funciona esta propuesta. Me parece que no hay un estudio que demuestre que es necesario crear una sola policía concentrada en mandos únicos estatales. Es simplemente una decisión política, no más, indicó.

Carlos Mendoza, investigador de la UNAM, sostuvo que los argumentos de la iniciativa calderonista no son convincentes, pues con la aplicación de esa propuesta de ley el país se enfila hacia una tendencia contraria a la que se adopta en otras partes del mundo.

En regímenes centralizados, como en España y Francia, han venido dando más facultades a las policías municipales, a pesar de que están centralizados; entonces en México estamos yendo totalmente a la inversa, apuntó.

Apenas el pasado sábado, en una visita a México para participar en la tercera cumbre de la Comunidad de Policías de América (Ameripol), jefes de policía de Chile, Nicaragua y el Salvador ofrecieron una conferencia de prensa en la que indicaron que poseen en sus países el modelo de mando único propuesto por el gobierno calderonista. Los mandos policiacos presumieron las supuestas ventajas del sistema.

El general Eduardo G. Gordon, director general de Carabineros de Chile, explicó que en su país el municipio juega un papel preponderante en tareas de prevención social; en caso de la presencia de conductas criminales, la policía entra en acción.

Horacio Rocha, subdirector de la Policía Nacional de Nicaragua, resaltó que la seguridad de su país funciona con un mando único que adopta un modelo de “policía comunitaria proactiva”.

El comisionado Carlos Ascencio Girón, director general de la Policía Nacional Civil de El Salvador, remarcó que su nación trabaja con un mando único, tanto en zonas urbanas como rurales.

Sobre las supuestas bondades de contar con mandos policiacos centralizados, el criminólogo Martín Barrón expuso: en la propuesta presentada al Senado se nos dice que se tomaron como ejemplo para esa iniciativa los modelos centralistas de policía de Chile y España. ¡Aguas!, porque el modelo centralista chileno provenía de la dictadura pinochetista, y el modelo español, de la dictadura franquista. Entonces, no vaya ser que se dé paso en México a un modelito de policía autoritaria.