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Los trámites ilegales, excelente negocio para las autoridades

Prisiones, sistemas de exterminio que deshumanizan, señalan en la UNAM
 
Periódico La Jornada
Sábado 25 de septiembre de 2010, p. 17

Las prisiones, más que un método de readaptación social, son sistemas de exterminio que buscan deshumanizar a quienes tienen la desgracia de caer en ellas, y más aún si se trata de luchadores sociales, afirmaron los participantes en el foro La cárcel como método represivo, realizado en el auditorio Che Guevara, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

Emmanuel Hernández, activista que permaneció casi siete meses preso luego de participar en 2006 en las manifestaciones contra el cuarto Foro Mundial del Agua, relató cómo vivió su encarcelamiento y las consecuencias que tuvo para él y su familia.

Además de ser un medio de represión de la disidencia, el joven estudiante descubrió que las cárceles son un excelente negocio para las autoridades, pues obtienen más de 24 millones de pesos al mes por todos los trámites ilegales que los internos deben cubrir.

Con la voz quebrada por el recuerdo de lo vivido en el reclusorio, Hernández advirtió que construir más cárceles sólo fortalecerá el círculo vicioso de la represión, en el que ya se plantea incluso la intervención de empresas privadas.

Por su parte, Adán Espinoza, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), recordó la persecución que sufrió luego de escapar del operativo de la Policía Federal, el 4 de mayo de 2006 en San Salvador Atenco.

Siempre con el machete en alto, enumeró las vejaciones a sus compañeros y el momento –imborrable para él– en que vio cómo unos policías le arrancaron los pezones a mordidas a una mujer.

Por su parte, Emiliana Cerezo Contreras, hermana de Alejandro y Antonio Cerezo, quienes permanecieron presos siete años y medio acusados de participar en el ataque con explosivos a tres sucursales bancarias en 2001, analizó en detalle la forma en que operan las cárceles de exterminio.

A causa de la tortura y las amenazas –dijo–, los internos son despojados de su humanidad y transformados en seres aislados y recelosos, que pasan de la negación y el miedo a la apatía total.