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Infecta células adiposas inmaduras y las impulsa a proliferar y crecer con mayor rapidez

Relacionan el incremento de la obesidad con cepa de adenovirus

Versiones de ese agente infeccioso, llamado bicho gordo, causan el resfriado común, explican científicos de la Universidad de California en San Diego, quienes realizaron el estudio

The Independent
Periódico La Jornada
Jueves 23 de septiembre de 2010, p. 2

La explosión de obesidad que se ha extendido por el mundo occidental en los 30 años pasados podría haber sido causada por un virus, advierten científicos.

Investigadores han descubierto nuevos indicios de una enfermedad que han llamado infectobesidad, es decir, obesidad transmitida de persona a persona como una infección. El agente al que se atribuye este fenómeno es una cepa de adenovirus, versiones del cual causan el resfriado común. Ya se le conoce como el bicho gordo.

Existen más de 50 cepas de adenovirus de las que se sabe que infectan a humanos, pero sólo una, el adenovirus 36, ha sido vinculada a la obesidad.

Ahora, científicos de la Universidad de California en San Diego han descubierto que niños que mostraron indicios de infección con adenovirus 36 tenían más probabilidades de ser obesos. En pruebas realizadas en 124 menores de 18 años, el virus estaba presente en más de 20 por ciento de los que eran obesos, en comparación con menos de 6 por ciento en los demás. Entre los infectados con adenovirus 36, cuatro de cada cinco eran obesos.

Los menores portadores pesaban en promedio caso 25 kilos más que los no portadores. Entre los obesos, que constituían la mitad del total, los que portaban el virus pesaban en promedio 17 kilos más que los otros.

Jeffrey Schwimmer, profesor asociado de pediatría clínica, quien dirigió el estudio –publicado en la revista estadunidense Pediatrics–, señaló: “Esta cantidad de peso extra es una preocupación importante en cualquier edad, pero en especial en un niño. La obesidad puede ser indicador de problemas de salud futuros, como enfermedades del corazón y del hígado, y diabetes. Unos 17 o 25 kilos de más son suficientes para incrementar esos riesgos.

“Este trabajo ayuda a puntualizar que el peso corporal es más complicado de lo que se cree. Y ya es hora de que dejemos de echar culpas y procuremos elevar nuestro nivel de entendimiento para apoyar mejor los esfuerzos de prevención y tratamiento.

Estos datos añaden credibilidad al concepto de que una infección puede ser causa o factor que contribuya a la obesidad, puntualizó.

La idea de una causa viral de la obesidad fue planteada por primera vez hace una década por Nikhil Dhurandhar, hoy profesor del Centro Pennington de Investigación Biomédica, en Luisiana. Ese científico observó que los pollos que morían durante una epidemia de gripe en India, en la década de 1980 –causada por un adenovirus–, eran rollizos, y no delgados y enjutos, como sería de esperarse.

Estudios posteriores revelaron que una de cada cinco personas obesas mostraba signos de infecciones por adenovirus y pesaba en promedio 14 kilos más que otras que nunca fueron infectadas.

Clara evidencia

Los escépticos hicieron notar entonces que nunca se había vinculado a un virus con una enfermedad de largo desarrollo, como la obesidad. El doctor Dhurandhar respondió que la evidencia era tan clara como un mapa de Estados Unidos, donde la epidemia de obesidad se ha extendido como un incendio forestal de la costa este a la oeste en los 20 años anteriores.

Estudios de laboratorio mostraron que el virus infecta células adiposas inmaduras y las impulsa a proliferar y crecer con mayor rapidez. Ése podría ser el mecanismo de la obesidad, pero se necesitan más estudios, apuntó el profesor Schwimmer.

Tam Fry, vocero del Foro Nacional de Obesidad, del Reino Unido, comentó: “Es fascinante la investigación que comienza a surgir de las observaciones realizadas con pollos hace 10 años.

“La obesidad –añadió– es multifactorial. Los genes predisponen a ella, al igual que los antecedentes familiares. Luego viene el ataque de la industria de alimentos y la publicidad. Es muy valioso que tantos científicos como sea posible investiguen cada uno en su campo particular en busca de las causas.”

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya