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Ahora se exponen trabajos del colectivo Viernes y de Carlos Bonil

Galería OMR abre El 52 a artistas emergentes con proyectos in situ
 
Periódico La Jornada
Lunes 2 de agosto de 2010, p. 9

El 52, extensión de la galería OMR, abierta en abril de 2009 como espacio de creación y exhibición de arte joven, presenta dos proyectos paralelos: Esperanza, del Colectivo Viernes, integrado por Fernando Carbajal (Chicago, 1973) e Israel Meza Moreno Moris (ciudad de México, 1978), y Restos, del colombiano Carlos Bonil.

Cristóbal Riestra Ortiz Monasterio, responsable de El 52 (Río de Janeiro 52, colonia Roma), explica que la casa adjunta a la galería fue remodelada para darle vida nueva con propuestas de artistas emergentes producidas in situ. Se trata de artistas que no necesariamente representa la OMR, aunque tres de los que participaron en el proyecto inaugural de El 52 –José Arnau, Julieta Aranda y José Dávila– ya se presentaron en la galería, acota el entrevistado.

Una tienda, donde se venden piezas originales a buen precio, fue abierta en la planta baja de El 52, con la idea de crear un mercado accesible y derrocar estas barreras de que todo arte es caro.

El chiste de este espacio es involucrarnos en proyectos interdisciplinarios que no siempre tengan que ver con una noción muy formal del arte contemporáneo, sino que puede ser diseño, música... lo que sea, señala el diseñador.

Viernes, colectivo que retoma el nombre del compañero de Robinson Crusoe, fue fundado por Carbajal y Moris en 2005 para alejarse de la producción y discurso individual, al proponer obras que indaguen sobre las posibilidades de la narrativa como gestos artísticos, escribe la curadora Ariadna Ramonetti.

Para Esperanza –instalación que evoca el hogar de Crusoe después de naufragar en el Pacífico– la dupla construyó un aviario para albergar a 15 parejas de canarios japoneses que establecen similitudes con el cautiverio de Crusoe en su isla.

Dentro de esta gran jaula se han colocado sobre el piso dibujos realizados por el colectivo, que son intervenidos por las aves al dejar caer su excremento. Mientras los dibujos de Carbajal son de pájaros, los de Moris son escenas de los cielos de Turner, pero sin los barcos encallados, para hablar del paraíso echado a perder.

Se le preguntó a Riestra sobre el destino de los dibujos al término de la muestra, a lo que contestó: Se venden. Ya han comprado varios. ¿Con excremento de pájaro? Sí, la caca realmente es un material más. Como a los pajaritos se les da de comer semillas de papaya y otras cosas, son como colorantes naturales. No es tanto que sea caca, sino el azar en donde van cayendo.

Bonil, por su parte, fabrica sus esculturas con materiales encontrados o reciclados. En tres segundos construye un esqueleto de pescado, hecho con tenedores y cucharas de plástico, suspendido dentro de una botella, como si fuera un ancestro prehistórico, apunta Riestra. En el baño del segundo piso un gran calamar, hecho con pedazos recortados de garrafones de agua, se ahoga en una tina llena de lo que parece ser petróleo. La instalación hace alusión a un tiempo futuro, cuando ya no hay agua y el hoyo que hizo British Petroleum se expande tanto que el hidrocarburose empieza a salir por las coladeras de las ciudades, acota Riestra.