Debido al clima de inseguridad, particularmente en entidades donde hay mayor influencia el crimen organizado, algunos obispos han recomendado no realizar actos públicos masivos ni celebraciones religiosas por la noche, señaló Manuel Corral, secretario ejecutivo de relaciones públicas e institucionales de la Conferencia del Episcopado Mexicano, quien apuntó que ha disminuido la consumación de extorsiones, tanto a prelados como a sacerdotes.

En entrevista, el clérigo indicó que, debido a que ahora se toman mayores precauciones, las extorsiones telefónicas sólo se quedan en intentos, y añadió que en el caso de celebraciones religiosas nocturnas, los obispos Faustino Armendariz, de Matamoros, y Gustavo Rodríguez Vega, de Nuevo Laredo, ambos de Tamaulipas, han sugerido no realizarlas en esos horarios a fin de evitar problemas.

En cuanto a los intentos de extorsión, hace algunos días el obispo de Saltillo, Raúl Vera, reconoció en su diócesis se han recibido llamadas con ese fin, pero que no han pasado a mayores, y ayer el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, señaló a este diario que hubo intento de extorsión a dos sacerdotes de su diócesis a través de llamadas telefónicas. Indicó que él no ha recibido llamadas de ese tipo.

Varios sacerdotes han sido víctimas de la delincuencia a través de secuestros, robos e incluso han sido asesinados, como el padre Habacuc Hernández, quien murió el año pasado en Guerrero junto a dos seminaristas, y esta semana se reportó el asesinato del párroco Carlos Wotto Salvador, de 84 años de edad, fue ultimado por delincuentes que entraron a robar la capellanía de Nuestra Señora de las Nieves, en el centro oaxaqueño.

Esta semana, el arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann, por medio de una circular instruyó a no realizar misas, bautizos, matrimonios, primeras comuniones, 15 años ni aniversarios de matrimonio fuera de los templos, es decir en hoteles, centros sociales o en ranchos. Esta instrucción tendrá vigor cuando sea motivada por el lucimiento o la vanidad, aclaró el sacerdote Guillermo Sánchez Prieto, vocero de la arquidiócesis de Chihuahua.

También ministros de cultos cristianos evangélicos han sido víctimas de la violencia. Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), denunció que un centenar de pastores cristianos evangélicos han sido víctimas de amenazas, levantones y extorsiones por integrantes de crimen organizado, y algunos incluso se han visto obligados a abandonar sus comunidades y el país.

Detalló que en entidades como Chihuahua, Tamaulipas, Michoacán, Baja California y Morelos, los delincuentes exigen a los ministros el pago de derecho de piso, el cual en algunas iglesias, por ejemplo de Ciudad Juárez, es de 10 mil pesos al mes.