Nuevo Laredo, Tamps., 17 de junio. Los soldados venían persiguiendo a unos muchachos y no sé que pasó afuera, pero la troca se metió hasta acá y me atropelló, relata Elizabeth León Carrizales, de 52 años, quien la tarde noche del martes resultó con una pierna fracturada y múltiples golpes.

Ella y su hijo Bernardo Gaytán León fueron testigos de cómo los militares acribillaron a los cinco jóvenes que iban en la camioneta, quienes ya se habían rendido y desde la vivienda gritaban que no les dispararan, pero los soldados no hicieron caso.

Elizabeth exige al Ejército Mexicano que se responsabilice de los actos arbitrarios de sus elementos y pide ayuda: Mi familia no tiene dinero para el hospital ni para nada. Me destruyeron todo; no tengo camas, no tengo que comer. Todo se acabó. Tengo un niño de 12 años que va a salir de la primaria y con lo que pasó no tenemos nada para ayudarlo, agrega.

En el tiroteo hubo cinco civiles y un soldado muertos. Hasta este jueves ni la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ni la Procuraduria General de Justicia de Tamaulipas habían dado una versión oficial sobre lo ocurrido.

Bernardo Gaytán relató: Los soldados venían detrás de una troca en la que viajaban unos muchachos. No se pararon y la troca se metió. Los militares siguieron diparándoles dentro de la casa.

Fueron momentos de terror, dicen. Me vieron a aquí acostada y ellos (los soldados) seguían disparándoles. Les estuve gritando que no dispararan para acá porque estaba yo y tenía a mi nieta aquí, recuerda.

La vivienda que renta Elizabeth León se encuentra en la colonia Villas de San Miguel, en la zona norponiente de Nuevo Laredo. La familia reclama el pago de daños materiales y gastos médicos.