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El Presidente inauguró la magna muestra sobre la importancia del tlatoani mexica

Moctezuma II, exposición a la altura de nuestra herencia cultural, dice Calderón

Con Tlaltecuhtli reaparecieron los tres elementos: el sol, la luna y la tierra, expresa

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Eduardo Matos, anteayer, durante el recorrido de los representantes de la prensa por la muestra Moctezuma IIFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Viernes 18 de junio de 2010, p. a12

Después de escucharse el Himno Nacional en el vestíbulo del Museo del Templo Mayor, el presidente Felipe Calderón subió al estrado y, frente al monolito de Tlaltecuhtli, narró –durante 18 minutos, unos momentos improvisando, otros leyendo un discurso preparado– los pormenores de la investigación en torno a la gran escultura y a la importancia que tuvo el tlatoani mexica Moctezuma II hace varios siglos.

En la inauguración de la muestra Moctezuma II: tiempo y destino de un gobernante, efectuada la noche del miércoles en ese recinto, Calderón habló sobre las investigaciones, simbolismo y cosmovisión mexicas, y relató aspectos del hallazgo de la deidad de la tierra, así como de la época del emperador, cuyo imperio fue avasallado por las huestes españolas.

El espectacular monolito de Tlaltecuhtli es la escultura más grande que se haya descubierto de la cultura azteca (sic); es desde luego más grande que la piedra del Sol y de Coyolxauhqui. Reaparecieron ya los tres elementos con las representaciones: el sol, la luna y la tierra, afirmó el mandatario.

Abajo, en algún sitio donde fue hallada Tlaltecuhtli, se encuentra otro gran hallazgo, la tumba de algún emperador que curiosamente no es la de Moctezuma, pero tal vez sea la de su antecesor Ahuízotl.

La tierra nos crea y devora

La Tlaltecuhtli, describió Calderón, “es la madre tierra y tiene una boca sangrante; la tierra nos genera y crea, pero también nos devora. Tlaltecuhtli se alimenta de la sangre; por eso creo que tiene una enorme conexión y enorme simbolismo en relación con los sacrificios.

“Estoy convencido –subrayó el Presidente– de que el hallazgo del monolito es el mayor descubrimiento en expresiones culturales de este tipo. El hecho de que Tlaltecuhtli sea más grande que el calendario azteca y la Coyolxauhqui, y esté cercana en el tiempo al esplendor de los aztecas, habla de la grandeza de este descubrimiento y por qué esta muestra es verdaderamente excepcional.”

Esta histórica exposición, puntualizó Calderón, se encuentra a la par de las conmemoraciones del bicentenario y del centenario de la Independencia y la Revolución mexicanas.

Se trata de una muestra excepcional, a la altura de la herencia cultural que tenemos de los pueblos prehispánicos, fundamentalmente de los mexicas, a la altura de este gran imperio expresado en la fuerza, en las imágenes, construcciones, arquitectura, cerámica, entre otros elementos que estaban encarnados en el emperador Moctezuma II, señaló.

Felipe Calderón estuvo acompañado por su esposa Margarita Zavala y lo custodiaron Consuelo Sáizar, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública; Alfonso de Maria y Campos, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y el curador general de la muestra –e investigador emérito– Eduardo Matos Moctezuma.

Al final, Matos Moctezuma encabezó un recorrido para detallar aspectos de algunas de las 220 piezas que conforman la magna muestra, la cual permanecerá en el Museo del Templo Mayor hasta enero de 2011.