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Según su pareja, era muy tierno y detallista y un padre amoroso con sus niños

Maté a mis hijos porque ya no podía con lo que tenía encima: Javier Covarrubias

Dos días antes de la desaparición de los menores compró las bolsas de plástico: Irma Merino

Foto
Fernando López Velázquez, fiscal central de investigaciones para la atención de niños, niñas y adolescentes, muestra las fotos de los pequños Isis Daniela y Darien Isai mientras anunciaba la detención del padre de los menores, Javier Covarrubias, por el asesinato de ambos infantes. Imagen de archivoFoto Enrique Ordóñez/Cuartoscuro.com
 
Periódico La Jornada
Jueves 10 de junio de 2010, p. 39

En los casi cinco años que vivieron juntos, Javier Covarrubias González nunca dio muestras de ser una persona violenta; por el contrario, era muy tierno, detallista, caballeroso y amoroso con sus hijos, señaló Irma Merino Osorio, pareja de Covarrubias y madre de los niños Isis Liliana y Darien Isai, cuyos cadáveres fueron encontrados en el parque Tepeyac y en sus inmediaciones.

Sin embargo, con base en los estudios periciales, para la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), el joven de 20 años, quien confesó ante el Ministerio Público haber asfixiado a sus hijos de un año y seis meses y dos años y seis meses, respectivamente, tiene rasgos de ser un potencial generador de violencia familiar.

Irma, de 26 años, describió a Javier como un hombre reservado, poco sociable, que siempre fue hábil para mentir, sobre todo cuando se trataba de mujeres, motivo por el cual se separaron por un tiempo, pero él volvió a buscarla a principios de año y decidieron reiniciar la relación.

Originario de Hidalgo, Javier estudió hasta la secundaria, y según explicó Irma, el acusado ahora dice que durante su infancia su mamá lo maltrataba mucho, incluso lo golpeaba, además de que desde niño lo obligaba a trabajar.

En entrevista, la joven calificó a su ex pareja de mitómano, pues antes de que se fugara para esconderse en casa de su abuela, en el municipio de Jacala, Hidalgo, “de repente se ponía a llorar, decía que los extrañaba mucho y que cuando Darien apareciera lo iba a llevar a ver la película de Toy Story”.

La pareja se conoció cuando ambos laboraban en una marisquería, ubicada en el mercado de Ticomán, en la delegación Gustavo A. Madero. Cuando decidieron vivir en unión libre él tenía 16 y ella 21 años, y rentaron un departamento en la colonia Gabriel Hernández.

En su declaración ministerial, Javier Covarrubias argumentó que decidió matar a sus hijos porque ya no podía con todo lo que tenía encima, es decir, escuela, trabajo, mantener a mi familia, pagar renta, comida, pasajes, leche... Sin embargo, Irma negó que pasaran por una situación económica precaria. Ganaba 280 pesos diarios, y obviamente vivíamos al día, pero no teníamos problemas económicos; además yo ya estaba trabajando.

Sobre la desaparición de los menores, aseguró la joven, su pareja contó unas ocho versiones distintas. Aunque al principio le creyó el supuesto robo de los infantes, con el tiempo nos dimos cuenta de que nos mentía. Empezó a negarse a ir a la procuraduría, pues, según dijo, tenía miedo de que les hicieran algo a los niños.

Para la joven, la única explicación es que su ex pareja se volvió loco, perdió la cabeza, y agregó que el homicidio fue planeado, pues las bolsas en las que metió los cadáveres las compró dos días antes de haber cometido el doble homicidio.

Una vez que reconoció las ropas de los niños, así como el cadáver de Isis Liliana, Irma denunció a Javier por el homicidio de los menores, delito por el cual podría recibir una sentencia de entre 20 y 50 años de cárcel.