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Será difícil que se den más hombres como él, lamentó el escritor José María Pérez-Gay

Producir y significar, la herencia del pensador Bolívar Echeverría

Perdimos a uno de nuestros filósofos de AL; con él se va también un militante político, afirmó Luciano Concheiro

Otro imprescindible que se nos va, señaló Ida Rodríguez Prampolini

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Bolívar Echeverría y José María Pérez-Gay en mayo de 2001Foto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Lunes 7 de junio de 2010, p. 9

Ayer fueron incinerados los restos del filósofo, escritor e investigador Bolívar Echeverría (Riombamba, Ecuador, 1941), fallecido el sábado 5 a los 69 años de edad, víctima de un infarto cardiaco, en su domicilio de la ciudad de México.

Para el escritor, traductor, académico y diplomático José María Pérez Gay, la muerte repentina del profesor emérito de la Universidad Nacional Autónomo de México (UNAM) es una pérdida irreparable.

Nos conocimos en 1965 en la Universidad Libre de Berlín y estoy muy orgulloso de que Bolívar haya terminado en México su carrera y su vida. Aquí conoció a su mujer (la investigadora Raquel Serur), con quien tuvo dos hijos y fue, en lo cabe decir, muy feliz.

El entrevistado coincidió en que Echeverría nació y se desarrolló en una época que ya no es la misma; entonces, será difícil que se den hombres como él en la historia, porque las circunstancias son otras.

Respecto del legado del pensador, quien destacó por su profundidad y vehemencia en el estudio del marxismo y del existencialismo, entre otras escuelas filosóficas, Pérez Gay expresó que fue producir y significar, como él definía a la cultura.

Continuó: “Hay más de un autor en América Latina que insiste públicamente en superar el eurocentrismo en la teoría social, en la filosofía. Son pocos los que lograron una fundamentación teórica de esa premisa sin caer en chaovinismos regionalistas. Y más aún, hay quienes se quedan en la mera esfera de la exigencia repetida una y otra vez de superar aquel resto reprochable del colonialismo en las mentes de los dos lados del Atlántico.

“Las aportaciones de Bolívar Echeverría, dice Stefan Gandler, sobre el cuadrípulo ethos en la modernidad capitalista, son de especial interés. El ethos barroco que Bolívar veía como la resistencia de América Latina.”

La historiadora Ida Rodríguez Prampolini dijo estar muy consternada, porque es el otro imprescindible que se nos va después de Carlos Montemayor. Acotó: Bolívar era un poco el que había revolucionado todas las ideas sociales en el arte. Era un hombre sumamente trabajador, casi cada dos años publicaba un libro formidable. Sus estudios sobre el barroco y sobre Walter Benjamin son fundamentales. Es básico en el estudio social del arte, sobre todo para América Latina. Era una voz latinoamericana.

Especialista en temas del campo mexicano, Luciano Concheiro dijo que la humanidad inmensa de Bolívar nos maravilló siempre a todos los que fuimos sus estudiantes. Formó múltiples generaciones tanto en Filosofía y Letras como en la Facultad de Economía. Tuve la suerte de llevar con él el seminario del Capital, donde siempre empezaba diciendo que nos encontrábamos ante una obra que era, básicamente, la teoría de la revolución.

Luego, en su persona, con toda su modestia, nos íbamos enterando poco a poco de lo increíble que era Bolívar en su compromiso revolucionario, lo que lo había llevado a renunciar a jugar un papel relevante en la famosa escuela de Francfort, con Adorno mismo y con otros grandes teóricos y filósofos de allí. Por la militancia decidió venir a luchar a América Latina, ya en los años 60 (del siglo pasado), y decidió venir a México nada menos que a acabar de formarse con alguien como Adolfo Sánchez Vázquez. Eso había sido para él realmente un elemento de decisión y de encanto por este país.

De allí que me parece que perdimos a uno de nuestros filósofos, de nuestra propia filosofía de América Latina y que, además, con él se nos va un militante político.

La revolución de las conciencias

Según Concheiro hay que subrayar la militancia política de Echeverría, porque respecto de su obra podría referirse a muchos rasgos de esta impresionante forma de construir un pensamiento con una coherencia también increíble. Pero su parte militante, ésta que unía teoría con práctica, ésta que lo llevaba a aplicar esas tesis sobre la onceava tesis sobre (Ludwig) Feuerbach, de que no bastaba interpretar el mundo, sino que había que transformarlo, era la máxima que regía su vida.

Echeverría estaba con nosotros en el grupo de trabajo con Andrés Manuel López Obrador para formular un proyecto alternativo de nación. En particular trabajaba sobre todo la idea de la revolución de las conciencias, de este mundo distinto que requerimos, esta gran revolución en el ámbito de la cultura que requiere nuestro país.

El martes se realizará un homenaje a Echeverría en la librería Siglo XXI (Cerro del Agua 248, Copilco). Participan: Pérez Gay, Julio Boltvinik, Federico álvarez, Stefan Gandler, Luis Arizmendi y José Luis Balcárcel.