Opinión
Ver día anteriorLunes 17 de mayo de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Toros
Decir propio de Macías
E

n la sexta corrida de la feria de San Isidro en Madrid y con plaza llena, alegría en bruto y un mundo alucinante de notas de color en movimiento que danzaban en torno a la expectativa de la corrida en la que confirmó la alternativa el torero de Aguascalientes Arturo Macías y que transmitió la tv española al mundillo torero.

Alegría que no se perdió ni con la aparición de toros corrientes, mugrosos, sin casta como va siendo norma en la feria. Eso sí, con unos pitones descomunales. Toros de La Martelilla difíciles, parados con muchas complicaciones para lidiarlos y menos buscar lucimiento. Como difícil es partir plaza en Madrid y salir sin las orejas y poder repetir en ese ruedo que da y quita.

Macías salió a tratar de desengañar a esos desencuadernados crucigramas con base de pisarles terrenos prohibidos. Más, no fue suficiente para cortarle las orejas. Ni el par de estocadas que tiraron sin puntilla a sus enemigos. A cambio de eso fue maltratado por alguna prensa, en especial la del periódico El País por Antonio Lorca: El torero muy limitado no conoce la técnica y se coloca mal, torpe y con pocas ideas estuvo a merced de sus dos toros y no dio un muletazo que valiera la pena ¡que viva Aguascalientes! de donde es natural le gritaban sus compatriotas. Que viva pero mucho tiene que mejorar Macías para ser tenido en cuenta entre la torería andante de este país.

¡Sí, como no! Pero como apuntaba don José Bergamín en el toreo como en la poesía la fuerza se puede medir. Más medirlas no expresa, ni mucho menos realiza o verifica el toreo mismo. Ya podemos contar por sílabas o acentos la medida de un verso por la disposición de las mismas, lo cual no quiere decir que esa medida nos sirva de juicio estético poético o taurino.

Porque el torero como la poesía cuando es auténtica encuentra su ritmo, su pausa y su medida mágicamente, aun sin escuela, sin medir ni contar nada surgiendo por sí sola. El toreo como la poesía es algo más que la lógica, la geometría y la gramática tan excluyentes de lo que es la vida, gracia, misterio, voluptuosidad, en suma magia, decir propio… Ese decir propio que sí tuvo Macías y pese a la falta de técnica, mala colocación y pocas ideas le permitió salir de Las Ventas arropado en medio de una gran ovación. Como escribió Lumbrera, enviado de este diario a la corrida, y secundó Leonardo Páez.