El Observatorio Eclesial de México consideró que la designación del Vaticano de un comisario para llevar a cabo la purificación de los legionarios de Cristo es un paso importante en la recomposición de esa congregación y fue una aceptación pública de la Iglesia católica de que en el interior de la orden se cometieron delitos penales por parte de su fundador Marcial Maciel y de quienes lo solaparon.

“Se ha dado un paso importante –no el último ni el mejor– en este proceso de revisión y recomposición de la Iglesia católica y de la congregación sobre conductas criminales que tienen que ver con abuso sexual a menores.

En este caso se tiene que ejercer justicia no sólo contra Marcial Maciel, sino contra los que colaboraron o encubrieron sus conductas, aseguró José Sánchez, vocero del observatorio.

Consideró en entrevista que las medidas adoptadas por el Vaticano se deben a la presión y exigencia de múltiples sectores sociales del mundo católico, que han demandado el fin de la impunidad de presuntos delitos cometidos por sacerdotes.

De su parte, la campaña permanente por la libertad religiosa manifestó que la determinación en esencia no pareciera ser suficiente, pero es mucho más de lo que pudiera haberse esperado de la Iglesia católica, esto luego de que concluyó la auditoría a la orden ordenada por Benedicto XVI.