Mazapil, Zac., 29 de abril. Un derrumbe ocurrido a 230 metros de profundidad en la mina El Ánima de Tayahua, en la comunidad Terminal de Providencia, municipio de Mazapil, dejó un saldo de tres trabajadores muertos, informó Miguel Rivera Villa, secretario de Seguridad Pública del estado.

El socavón, de donde se extraen concentrados de plata y plomo, se ubica unos 290 kilómetros al norte de la capital de Zacatecas y es propiedad del Grupo Frisco, filial de Grupo Carso.

Aproximadamente a la 1:45 horas los tres mineros estaban en un trascabo en el nivel 15, pasaron por un puente que se derrumbó y cayeron con todo y máquina hasta el nivel 18.

Los fallecidos son Mario Ernesto Montoya, Alfonso Soto Díaz y Rómulo Rodríguez Beltrán, de 37 años de edad los dos primeros y de 34 el otro. Montoya y Soto Díaz son originarios de San Luis Potosí, y Rodríguez Beltrán, de Zacatecas.

Personal de Protección Civil del estado y bomberos, con tres equipos de salvamento y rescate encabezados por Antonio Caldera Alanís, acudieron al complejo minero, les impidieron entrar por ser propiedad privada. Édgar Jesús de la Rosa Martínez, agente del Ministerio Público, aclaró que el equipo de auxilio de la mina se encargaría del rescate.

La compañía intentó impedir que fotógrafos y reporteros hicieran tomas desde la calle, con el argumento de que la zona es propiedad privada.

Enterados de la tragedia por compañeros de las víctimas, familiares de los mineros muertos se plantaron fuera de un acceso a uno de los tiros de la mina, en espera de información.

El abuelo, el padre y un cuñado de Rómulo Rodríguez Beltrán han muerto en esa mina en el transcurso de 20 años, dijeron familiares de este último.

Alrededor de las 15:30 horas llegó, procedente de la capital del estado, Miguel Rivera Villa, secretario de Seguridad Pública, quien ingresó a la mina acompañado de directivos de la empresa.

Tres horas después, al salir, el funcionario estatal dio a conocer que los equipos de rescate de la compañía minera ya habían recuperado el cadáver de Alfonso Soto Díaz y seguían trabajando para sacar los otros dos cuerpos.

Guadalupe Medina Tapia, minero con 25 años de experiencia en ese complejo, afirmó que en esta mina ya se ha vuelto común que cada año tenemos, al menos, uno o dos accidentes fatales.

Medina Tapia indicó que hace 15 años, en otro derrumbe, perecieron seis mineros y desde entonces no habían muerto más de dos en un mismo percance, aunque insistió: lo malo es que ya lo vemos como algo normal.

Otros mineros que salían del complejo evitaron responder preguntas de los reporteros sobre las condiciones de trabajo. Nos prohibieron hablar, dijeron algunos de los empleados.

En el municipio de Mazapil inició operaciones hace una semana la mina Peñasquito, una de las más grandes del mundo.