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Ver día anteriorMartes 27 de abril de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Japón escribe el futuro
K

ierkegaard escribió que leía las obras ajenas como a él le habría gustado ser leído, con el espíritu de esa máxima de Horacio que citaba con frecuencia: De te fabula narratur (Es de ti de quien trata este texto). La literatura es inútil si en ella el lector no se encuentra con su propia existencia, si no contribuye a la comprensión de uno mismo.

Las Sátiras de Horacio tratan cuestiones éticas como el poder destructor de la ambición, de la estupidez de los extremismos y de la codicia por la riqueza o por la posición social. Puede leerse esto en una de las muchas traducciones que se han hecho de esa obra del poeta romano (siglo I antes de nuestra era). En Sátiras se halla esa máxima mil y mil veces repetida.

Literalmente, dice es de ti que se habla en este cuento. Horacio la escribió después de haber pintado de una pieza al avaro, como espejo de un hipotético interlocutor.

Marx describe algunos de los horrores del desarrollo del capitalismo inglés de su tiempo y dirigiéndose a una Alemania en incipiente crecimiento, escribe: De te fabula narratur. Wenceslao Roces traduce: de ti la historia está escrita: lo mismo que te ocurre, Inglaterra (una de las virulentas crisis económicas por la que atravesaba), te sucederá a ti, Alemania.

Las tendencias de largo plazo de Japón, son escalofriantes. Me pregunto si la máxima de Horacio puede dirigirse a cada uno de los países desarrollados, en el largo plazo, al ver lo que le sucede hoy a Japón y lo que, todo indica, c_teris paribus, le ocurrirá.

Un indicador avasallador de su presente, es la quiebra estrepitosa de Japan Airlines, hace un par de meses. Murió esa emblemática empresa sin poder resolver una deuda de 25 mil 600 millones de dólares y en quiebra técnica de liquidez. Era la mayor aerolínea del continente asiático, y acaso el mayor símbolo de Japón en el mundo: hoy vive uno de los más estrepitosos desplomes corporativos de la historia de Japón. Japan Airlines trasladaba un promedio de 45 millones de pasajeros anuales, con conexiones a más de 40 países; ahora recortará 279 aviones y prescindirá de medio centenar de las aeronaves más grandes como los veteranos Boeing 747.

En sus planes estaba eliminar 15 mil 700 empleos (un tercio de su plantilla), reducir las pensiones de sus jubilados, eliminar rutas y cambiar a aviones de menor tamaño. Diez mil millones de dólares debía facilitarle el gobierno para mantener en el aire a los aviones durante la reestructuración de la línea. Un tercio servirán para resolver sus problemas de liquidez inmediata y los restantes dos tercios en líneas de crédito para reprogramar flujos y cancelar una parte de sus deudas. Los acreedores le condonarán deudas por 8 mil millones de dólares; sus acciones serán retiradas de la Bolsa de Tokio. Sucumbió bajo las leyes que manda cumplir el capitalismo en crisis.

En su último informe, el Banco Internacional de Pagos ha revelado que la deuda de los países industrializados es mucho mayor a lo que oficialmente se informa, dado que los pasivos contingentes y las deudas de pensiones están excluidos de las cifras oficiales. De otra parte, un reciente pronóstico de la OCDE señala que la deuda pública de los países industrializados superará el 100 por ciento del PIB en 2011, algo nunca visto en tiempos de paz. Malos datos a los que deben sumarse los recursos que demandará el rápido envejecimiento de la población que incrementará los costos futuros de las obligaciones por las pensiones y por el aumento del gasto en salud. La combinación es explosiva. La deuda crece sin freno, la población envejece con rapidez, los costos por pasivos contingentes asociados a las jubilaciones y a los gastos en salud aumentarán aún más la deuda, mientras el propio envejecimiento de la población significa la drástica disminución de la población económicamente activa (PEA).

Japón está en la avanzada. Posee la mayor deuda pública de las naciones industrializadas: al finalizar 2010 será equivalente al 200 por ciento del PIB, potenciada por la caída de los ingresos fiscales y por los altos costos de bienestar que enfrenta una nación cuya población envejece aceleradamente. Hacia 2008 alcanzó una cima: tenía 128 millones de habitantes, de los cuales el 20 por ciento era la franja de los ancianos dependientes, un 14 por ciento de niñez dependiente, y una PEA aceptable de 66 por ciento. Pero ¡el largo plazo!: a partir de la cima señalada los datos se derrumban: con acentuadas tasas negativas de crecimiento de la población, hacia 2055 la niñez sólo representará el 8 por ciento de la población, la vejez dependiente se habrá duplicado (41 por ciento), la PEA habrá disminuido a 51 por ciento, y la población total habrá caído a 90 millones. Siempre según el Ministry of Internal Affairs and Comunications japonés, en 2105, la población habrá caído a la mitad (45 millones), la niñez casi desaparece (3 ó 4 por ciento), y la población anciana será mayor que la PEA. Japón se habrá convertido en una economía pequeña, con bajos niveles de consumo, y una población anciana que es absolutamente incierto cómo será sostenida.

Unión Europea: de te fabula narratur.