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Comprueba daño a especies vegetales y animales en peligro

Detiene Profepa la construcción de un fraccionamiento de lujo en Acapulco
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 15 de abril de 2010, p. 31

Acapulco, Gro., 14 de abril. La delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró la construcción de un exclusivo fraccionamiento en un terreno boscoso debido a que el Fideicomiso para el Desarrollo Económico y Social de Acapulco (Fideaca), que administra el predio y realiza la obra, ha destruido especies vegetales y animales en peligro de extinción.

Previamente, personal de la Profepa hizo un recorrido por las ocho hectáreas de bosque localizadas entre el fraccionamiento Las Brisas y la séptima región naval de Icacos, cuyas cuevas están habitadas por chachalacas, osos hormigueros, zorrillos, urracas, mapaches, búhos y millones de murciélagos, y que prácticamente han quedado rodeadas por la mancha urbana.

La zona boscosa fue dividida por Fideaca –cuyo director es David Elbjorn Trani– en 89 lotes de 500 metros cuadrados, cada uno de los cuales se vende en más de 600 mil pesos.

Quienes ya compraron han comenzado a desforestar la zona, lo que motivó que Rubén Vázquez Fragoso, vicepresidente de Guerreros Verdes AC, y Miguel Ángel Zapata, vicepresidente de Ambientalistas Unidos del Parque Veladero AC, interpusieran una denuncia el 7 de abril.

A raíz de esta acusación, los delegados de Profepa, Joel Tacuba, y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Daniel Vega Villanueva, confirmaron que durante la construcción de la carretera de terracería que conduce al terreno se destruyeron árboles de palo morado y mulato, entre otras especies protegidas por la norma NOM-059-ECOL-20021.

Las asociaciones ecologistas señalaron que en la construcción del camino de terracería un arroyo ubicado a 100 metros de la avenida escénica Clemente Mejía fue rellenado de piedra granítica sin autorización de impacto ambiental ni de cambio de uso de suelo.

Los funcionarios decidieron clausurar la obra porque, dijeron, destruirá un hábitat que forma parte de un microclima especial.