Buenos Aires, 8 de abril.La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, recibió este mediodía a su par chileno, Sebastián Piñera, quien llegó a Buenos Aires en su primera visita al exterior después de asumir la presidencia de su país, el pasado 11 de marzo, para expresar al pueblo y al gobierno argentinos su más profunda gratitud por la ayuda, la solidaridad inmediata y sincera, luego del terremoto que el 27 de febrero pasado dejó centenares de víctimas, destrucción y severos daños especialmente en el sur de la vecina nación.

La mandataria sostuvo que la visita significaba la reafirmación de un proceso de hermandad e integración que cada vez adquiere mayor profundidad, y afirmó que algunos pensaron que el hecho de que un gobierno de un signo político no similar al de Argentina podría afectar las relaciones, pero quiero garantizarle a todos los argentinos y chilenos que en absoluto puede suceder algo así.

También recordó que la primera voluntad de todo político debe ser respetar la democracia por encima de todo otro valor y la expresión de los pueblos que eligen sus gobiernos.

Calificó la reunión como excelente y además de tratarse temas bilaterales y el avance de obras conjuntas se manifestó complacida porque hemos reafirmado la voluntad política e histórica de nuestro país de seguir profundizando este proceso de integración y que lo haremos aún más de aquí en adelante, dijo Fernández de Kirchner.

Por su parte, Piñera sostuvo que ambos países tienen mucho que compartir, mirando al pasado, pero mucho más mirando al futuro, destacando los hechos históricos de la independencia y que había llegado con mucha esperanza y mucha convicción de que lo mejor en las relaciones Argentina-Chile son las que vendrán de aquí en adelante.

Confirmó que durante la reunión se trataron temas como la puesta en práctica y en plenitud el Tratado de Maipú, que fortalece las relaciones, no solamente económicas sino también políticas y culturales.

Desde ambos lados de la Cordillera de los Andes hacemos mucho esfuerzo en construir túneles y puentes que nos unan, pero a veces las aduanas nos separan. El tema es facilitar el funcionamiento de las aduanas integradas, afirmó Piñera, y mencionó la importancia de Fuerza de Paz conjunta Cruz del Sur, que opera como una contribución a la paz mundial en los lugares donde son requeridas.

Dejó sentado que se habló de muchos proyectos de futuro, que van a permitir a nuestros países derrotar la pobreza, el subdesarrollo, y darle a nuestros pueblos una calidad de vida y un bienestar como sin dudas se merecen.

En este aspecto consideró que la verdadera integración tiene que ser económica, cultural y también científica-tecnológica y esto es lo que hemos conversado con Cristina Fernández.

Por otra parte, la presidenta también recibió al vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, para analizar la marcha de las excelentes relaciones bilaterales y la cooperación entre ambas naciones.

El encuentro se produjo poco antes del mediodía, cuando García Linera había llegado al país invitado por los decanos de las Facultades de Ciencias Sociales y Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

El primero le entregó el título de Doctor Honoris Causa de la UBA por su destacada trayectoria académica y su profundo compromiso social y político, destacándose el aporte y la creatividad de sus trabajos, ensayos y libros para la formación de nuevas generaciones, en un acto protocolar al que asistieron funcionarios, académicos, políticos y representantes de diversas organizaciones. Aplaudido varias veces de pie García Linera recibió el importante reconocimiento y agradeció la argumentación sobre esta decisión, donde se destaca su importante apoyo intelectual al actual gobierno boliviano del presidente Evo Morales, reconociendo su participación activa en las luchas en ese país.

En la tarde, en la misma Universidad de Derecho, García Linera, ofreció una conferencia magistral sobre La construcción del Estado, rodeado de más de dos mil asistentes de movimientos sociales, políticos y estudiantiles y de la fuerte comunidad boliviana en Argentina, que desbordaron el gran salón de la universidad en un acto que tuvo color y pasión.

En este marco, sólo queda una incertidumbre. El gobierno argentino concedió el placet al nuevo embajador chileno Miguel Otero, quien fue funcionario de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Como ha sucedido con otros casos de diplomáticos de países como Uruguay y Paraguay, que habían estado comprometidos con las dictaduras, y debieron dejar sus cargos aquí ante una fuerte oposición de organismos humanitarios, Otero podría ser cuestionado en los próximos días.