Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 21 de marzo de 2010 Num: 785

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Anuario
LEANDRO ARELLANO

Precio y aprecio de los libros
JUAN DOMINGO ARGÜELLES

Miradas
RICARDO YÁÑEZ

El hombre, el abanico, la mujer, el yin y el yang
GUILLERMO SAMPERIO

J.D. Salinger: el guardián al descubierto
GUILLERMO VEGA ZARAGOZA

Rafael Cadenas: el acontecimiento interior
VÍCTOR MANUEL CÁRDENAS

Leer

Columnas:
Señales en el camino
MARCO ANTONIO CAMPOS

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA

El Mono de Alambre
NOÉ MORALES MUÑOZ

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
Núm. anteriores
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Rogelio Guedea
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Yo soy mi casa

Hace dos semanas se tapó la cañería del lavatrastos y tuve que hacer los mil malabares para conseguir destaparla. Primero vacié dos o tres o cien litros de destapacaños y nada. Luego abrí la tubería, limpié los conectores y tampoco. Al final, y como aquí las tuberías de baño, regadera y lavatrastos están expuestas, abrí tramo por tramo hasta que justo antes del desagüe encontré el tapón. Armado con manguera y cable trac, que lo arredro. Asunto terminado: el desaguisado desapareció y el agua empezó a fluir con una levedad que daba pánico. Cuando apenas me disponía a dedicarle mis días al jardín, me vino de súbito un dolor en la espalda. Fui a dar al hospital inmediatamente. Entonces el doctor me dijo: kidney stones. ¿Qué? El doctor agregó: que tiene tapada la cañería. Todavía lo estaba asimilando, cuando el doctor puso manos a la obra. Primero vació dos o tres o cien litros de morfina y nada. Luego me abrió algunas venas y vació una sustancia feroz para limpiar cañerías y tampoco. Al final, tomó ultrasonidos tramo por tramo (riñón-vejiga, vejiga-próstata, próstata-uretra) hasta que encontró, justo en la vejiga, el tapón. Armado con un láser prepotente crac, que lo arredra. Asunto terminado: el dolor desapareció y el agua empezó a fluir con una levedad que, por supuesto, me sigue recordando aquel tapón que encontré en la cañería de mi casa hacía unos cuantos días.