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Nula participación de galerías mexicanas

La feria madrileña de arte contemporáneo se desinfla por la crisis
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 20 de febrero de 2010, p. 3

Madrid, 19 de febrero. La crisis económica mundial, la profunda depresión en el mercado del arte y el divorcio drástico entre la actual dirección de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Arco) y muchas galerías de relevancia –entre ellas las mexicanas– marcan la versión 29 del encuentro madrileño.

Los tres pabellones que habitualmente ocupa Arco en el centro de convenciones de Ifema resultaron excesivos para acoger las obras de las 218 galerías participantes, no obstante que este año el invitado de honor es la ciudad de Los Ángeles, lo que no evitó que haya demasiados espacios en blanco como síntoma inequívoco de que la feria se desinfla.

Durante 20 años, con la dirección de Rosina Gómez Baeza, de 1987 a 2006, Arco se catapultó como una de las ferias más relevante del mundo hasta el punto de convertirse en referete para coleccionistas, galeristas y artistas.

Asimismo, por su decidida apuesta por el arte latinoamericano se erigió en centro neurálgico para exponer en Europa las obras de los creadores contemporáneos de esa región, de manera destacada los mexicanos, que siempre fueron una de las delegaciones más sugerentes (OMR, Kurimanzutto y Enrique Guerrero, etcétera).

Incluso en 2005, un año antes de que dejara su cargo Gómez Baeza, Arco tuvo como país invitado a México, lo que significó que acudieran 17 galerías.

Fue la época del idilio entre Arco y México, cuando además el coleccionismo europeo centraba su mirada en la feria madrileña para encontrar lo más vanguardista y novedoso del arte latinoamericano y mexicano.

Quejas de galeristas y artistas

Con la llegada de la nueva directora, Lourdes Fernández, y la irrupción de la crisis la presencia de las galerías mexicanas y latinoamericanas empezó a declinar.

La situación se agravó con el inesperado y arbitrario, según algunos afectados, cambio de criterio para la selección de galerías para el programa general, que, para sorpresa de muchos, derivó en el rechazo de muchas de las galerías mexicanas.

Este año la presencia de galerías mexicanas en la feria madrileña es nula.

Fernández dirigió su primera feria en 2007 y en sólo tres versiones ha provocado una hecatombe entre galeristas, coleccionistas y artistas españoles y latinoamericanos. Hace dos meses, la dirección de Arco y el presidente del comité ejecutivo de IFEMA, el político conservador Luis Eduardo Cortés, estuvieron a punto de romper relaciones con más de 100 galerías, entre ellas algunas de las más prestigiosas y muchas fundadoras de la feria.

Fernández, titular de Arco, negó que piense dimitir y reconoció que la feria vive una crisis sin precedentes. Es verdad que al día de hoy tenemos 18 galerías menos que el año pasado, y si miramos un poco más atrás, la diferencia se ensancha. En 2006, la cifra total de galerías se elevó a 296, lo que establece una distancia de 70 respecto del número que participa en 2010. El reto es hacer que el mercado crezca, atrayendo a nuevos compradores, señaló.