Puerto Príncipe, 7 de febrero. Las fuerzas armadas estadunidenses permanecerán “el tiempo que sea necesario” en Haití para colaborar en la reconstrucción, anunció este fin de semana el director de la fuerza conjunta de operaciones, coronel Gregory Kane, quien está al frente de un contingente de 20 mil uniformados, por tierra y mar, que originalmente tenía previsto quedarse “de 45 a 50 días”.

Kane aclaró, sin embargo, que la permanencia de las tropas “es una decisión política que tomará la Casa Blanca”.

La presencia estadunidense fue cuestionada por los presidentes Evo Morales, de Bolivia; Hugo Chávez, de Venezuela, y Rafael Correa, de Ecuador. También el líder revolucionario de Cuba, Fidel Castro, ha cuestionado la movilización de tropas de Washington.

Estados Unidos justificó en los días posteriores al terremoto que el despliegue militar era prioritario para garantizar la seguridad de las labores de distribución de alimentos.

El anuncio de los estadunidenses fue hecho aquí, mientras en la localidad de Iqaluit, en la provincia canadiense de Nunavut, los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete (G-7), que aglutina a las principales economías del mundo, decidieron que “van a anular” las deudas bilaterales de Haití con Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Canadá para ayudar a la recuperación económica de la isla, tras el devastador terremoto del 12 de enero.