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AN ha causado un problema muy serio de gobernabilidad

La visión con que se gobierna este país está caduca

El alcalde panista critica la guerra al narco de Felipe Calderón. Sugiere: hay que invertir el modelo, que desde el municipio se empiecen a resolver los problemas. Presume que su grupo rudo acabó con los secuestros y con el cobro de derecho de piso en su municipio

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Mauricio Fernández Garza, en San Pedro Garza García, Nuevo León, durante la charla con La JornadaFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Lunes 1º de febrero de 2010, p. 11

Con los dos gobiernos surgidos del PAN ha habido un problema muy serio de gobernabilidad. No lo dice un priísta ni un perredista, sino el alcalde del municipio más rico del país y militante panista Mauricio Fernández Garza.

Coleccionista de arte, millonario en dólares, el presidente municipal de San Pedro Garza García, Nuevo León, llega a esa conclusión por la crítica a la bandera del sexenio: la guerra contra el narcotráfico lanzada por Felipe Calderón desde el principio de su gobierno.

Los presidentes del PRI, dice Fernández, tenían el control total, lo que contrasta con la escasa fuerza de los dos presidentes surgidos del PAN.

Una vez lo platiqué con Vicente [Fox]. Llegamos a la Presidencia de México, pero con muy escasa gobernabilidad. El PRI fue disminuyendo en las votaciones nacionales, pero nunca perdió control. Entramos a la Presidencia de la República, pero la mayoría de los gobernadores son del PRI y en el Congreso entre PRI y PRD te mayoritean. Entonces sí, eres presidente de México, pero con bajísima gobernabilidad.

Fernández pedía a Fox que aplicara las tesis panistas de la descentralización y fortaleciera a los municipios. Te entiendo, pero no puedo, respondió el guanajuatense.

Fue en 2003, cuando Fernández contendía por la gubernatura de Nuevo León, y de Fox sólo obtuvo la promesa de que, si ganaba, con él sí habría coordinación. Pero el ahora alcalde fue derrotado por Natividad González Parás y se retiró a seguir llenando su casa de obras de artistas como Francisco Toledo y Rodolfo Morales, sin contar sus techos de los siglos XIII y XV.

Fernández explica que Fox temía que los gobernadores priístas se despacharan con la cuchara grande si les daba más recursos o compartía con ellos algunos programas federales. Y Calderón está igual, asegura.

Los panistas en la Presidencia han resultado, sigue Fernández, más centralistas que sus antecesores del PRI.

Un ejemplo es el proyecto de crear una policía nacional única. No creo en esa idea, ¿de dónde me agarro si todo está podrido?, dice, en referencia a la corrupción en los cuerpos policiacos de todos los niveles.

–¿Debe seguir el Ejército?

–Al Ejército le están pidiendo demasiado. Es esa visión centralista, que desde la Federación quieren arreglar todo. Tenemos que invertir el modelo, que sea desde el municipio donde se empiecen a resolver los problemas. Con coordinación y apoyo de otros niveles de gobierno sí se pueden hacer más cosas.

Fernández Garza ha empezado en su municipio, el de más alto nivel de vida en el país, sin pedir permiso a los gobiernos federal o estatal, aunque presume la buena coordinación que tiene con ambos y con el Ejército.

A pesar de este último ingrediente, la clave de su proyecto de seguridad pública no son las buenas relaciones con el gobernador o la Policía Federal, sino una fuerza parapolicial que llama mi grupo rudo, cuya actuación, presume, acabó con los secuestros y con el cobro de derecho de piso en su municipio.

La intervención de Calderón en el PAN, nefasta

Entrevistado antes de que deslizara su idea de buscar la candidatura presidencial del PAN, Fernández Garza gusta de los reflectores y de cultivar una imagen alejada del político tradicional. Así, recurre a declaraciones que causan revuelo y lo colocan en el centro de la polémica.

Por ejemplo, el año pasado anunció antes que las autoridades la muerte de un narcotraficante que, según él, estaba pidiendo permiso para asesinarlo. Y en 2003, como candidato a la gubernatura, se pronunció por la legalización de la mariguana y confesó haber fumado la yerba en su juventud. Recientemente ha insistido en el tema y nuevamente se le han ido encima políticos de todos colores.

Aunque se queja de que cada vez que menciona el asunto me lo desvirtúan mucho, insiste: En el caso de la mariguana estamos en el peor escenario, porque hay venta a menores y atrás está el crimen organizado. La única manera de enfrentarlo es legalizar, ordenar y controlar, como se hace con el alcohol.

–¿Se puede hablar de legalizar aquí si en Estados Unidos y otros países continúa siendo ilegal?

–Así es, pero se me hace absurdo que la gente no quiera tocar estos temas o le dé miedo. Veo más razonable que puedas legalizarla, cobrar impuestos, quitando a la mafia y la venta a menores. Pero me hacen una tracalada como si el escenario actual fuera la maravilla. Es muy absurdo que por dos o tres drogas estemos corrompiendo a la sociedad, los gobiernos, las instituciones policiacas.

–¿Su declaración en 2003 le hizo perder la gubernatura?

–Es muy injusto verlo así. En noviembre de 2002 el candidato del PRI arrancó con una ventaja de dos a uno. Le quité un pedazo importante, pero no me dio para ganar,

–¿Qué fue entonces?

–La diferencia la hizo la elección abierta del PRI. Me pasé un año haciendo campaña para 10 mil gentes, los militantes del PAN: una tontera.

–Y el año pasado su partido no hizo ni eso, designó a muchos candidatos desde el centro.

–Por eso nos ha cargado el carajo, pero no entienden. Y nos va cargar peor. Tanto que criticamos al PRI por la visión presidencialista y cuando llegamos hacemos lo mismo. Tanto Fox como Calderón están operando el partido. Los resultados han sido terriblemente nefastos, y no aprenden.

problema cultural

–¿Cómo le va con su plan de seguridad pública?

–A las organizaciones que se dedicaban a cobrar por estar aquí ya les dimos en la torre. A los antros ya no les cobran piso. Teníamos dos secuestros a la semana y desde que estoy de alcalde no ha habido ninguno. En robo de automóviles sólo tenemos uno por ciento de todo el estado, y eso que aquí están la mayor parte de los coches de lujo.

–Y también mucha gente que tiene para pagar seguridad privada.

–Así es. Pero no hay tanta seguridad privada, fuera de los grandes empresarios. Son 15 o 20 gentes las que tienen grupos de seguridad.

–Durante mucho tiempo los empresarios de Nuevo León presumieron al estado como un lugar seguro. ¿Cuándo y por qué se descompuso?

–Estamos viviendo el pleito por las plazas. De haber sido un lugar históricamente manejado por el cártel del Golfo, comenzó la competencia con otros cárteles y eso nos complicó.

–¿Cómo ve la guerra contra el narcotráfico?

–La visión con que se gobierna este país está caduca, es un modelo agotado. La única manera de sacar adelante al país es invirtiendo el modelo mexicano del autoritarismo presidencial. Los alcaldes tienen que empezar a agarrar las riendas. Un modelo de subsidiariedad, le llamo. No como ahora, en que todo corresponde a la Federación y nadie puede participar en el combate al crimen organizado. Estamos en modelo estúpido, ridículo, con el que nunca vamos a arreglar los problemas. Es un problema cultural, porque desde la época precolombina los gobernantes eran espectacularmente autoritarios. Hasta Fox es que empiezan a verse las primeras chispas de independencia de poderes.

“La única forma de entender por qué hemos tenido cientos años de gobiernos autoritarios es que hay un pueblo sumiso. Ese problema cultural es lo que lleva a decir: ‘que venga papá Calderón a sacarme la droga de las escuelas’. No se puede, así no vamos a arreglarlo nunca.”

–En lugares como Ciudad Juárez más bien quieren que se vayan los enviados de Calderón.

–Ya no es posible que queramos que el gobierno federal nos resuelva todas las broncas. O le entramos los municipios o nos va a cargar la fregada.

Miles quieren ser El Chapo

–Usted dice que los ciudadanos no participan. La gente hace lo que puede para protegerse.

–Es algo muy limitado. ¿Qué hace el ciudadano para la seguridad de su municipio? Nada. Por eso estoy creando redes de inteligencia ciudadana, 3 mil ciudadanos que me están ayudando a detectar los problemas y a compartir información.

–¿Y qué va hacer cuando le maten a un ciudadano porque los criminales consideren que les puso el dedo, como ha ocurrido en Sinaloa?

–Aquí en San Pedro no tenemos ese problema, tenemos controlado el municipio en la parte de seguridad.

–¿Cómo funcionan esas redes de inteligencia?

–Es un sistema de información muy amplio. Todavía no lo termino, pero la idea es que tengamos una persona por manzana.

–¿Cómo se acabó el cobro de derecho de piso?

–Pues con gente que yo le llamé grupo rudo, que es aparte de la policía. Puntualmente están metidos en sistemas de información. Es un proceso de disuasión: ‘Si no van a jalar les va a ir de la patada’.

Eso, y la coincidencia de que el día de su toma de posesión “fue el día que murió Héctor El Negro Saldaña [narco ligado a los Beltrán Leyva]; ahí me echaron que si yo lo había anunciado unas horas antes de que apareciera, pero no es la realidad.

–¿Cuál es la realidad?

–Pues así salió. A mí me informaron, pues yo lo comuniqué. Lo importante es que creo que fue un mensaje a toda esa gente, de que aquí no se toleraban secuestros ni cosas por el estilo, y tal vez la gente que trabajaba con él desistió y se fue.

–¿Los rudos son policías, ex policías? ¿Los entrenó el Mossad?

–No puedo dar mayores detalles, simplemente es un grupo de gente capacitada para hacer eso. Lo importante es, primero tomar el toro por los cuernos, entrarle al asunto del narcotráfico. Segundo, coordinarte con todas las instancias de gobierno, estatales y federales. Si no las usamos es por mensos. Y al final de cuentas tienes un grupo que le puedes llamar rudo, el hecho de que sepas que existe a mucha gente la disuade. A veces tienes que estar lo más preparado, como los americanos con sus bombas, que ojalá nunca las truenen. Yo hago todo lo posible para que cualquiera que esté pensando meterse a San Pedro lo piense dos veces.

–Lo puede hacer por la visibilidad de su municipio, quién sabe si pudiera hacer lo mismo el alcalde de Huejutla.

–No sabría decirle. Lo importante es que la bronca la estamos arreglando.

–¿Su familia sigue fuera del país?

–Sí. La saqué precisamente para tener un poco más de libertad para actuar, está en Estados Unidos.

–¿Cuál será el saldo de la guerra contra el narcotráfico para su partido?

–El problema es que es un combate muy complicado. Están combatiendo personas, cuando lo que se debía combatir es la lana, no personas. ¿Cuántos mexicanos quisieran ser El Chapo Guzmán? Cientos de miles. Entonces, ¿cuándo fregados vas a terminar? Nunca. Si dijeras ‘ya me lo escabeché y se acabó el problema’, no. Si agarras a uno y otro lo sustituye, ¿qué avanzaste?