Ana María Torres (25-20-2; 12 nocauts) expondrá el 6 de febrero, en Houston, su cetro supermosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante la estadunidense Elena Baby Doll Reid (30-19-6: 5 nocauts), en un combate que calificó de alta peligrosidad por la fortaleza de la rival, aunque espera salir airosa de la que será su quinta defensa.

La pugilista, originaria de Ciudad Nezahualcóyotl, planea festejar en grande las fiestas patrias el próximo año, por lo que le gustaría encabezar una velada con peleas de títulos mundiales, en la que enfrentara por cuarta ocasión a su compatriota Mariana Juárez, con quien está pareja con un triunfo, una derrota y un empate.

Sabe que para estelarizar una noche, antes debe cumplir con los ordenamientos y dar cuenta de su próxima rival nacida en Arizona, quien, de acuerdo con los videos que ha estudiado, es de guardia zurda, lo cual se le dificultará un poco, además de que resiste y da pasos firmes hacia adelante. Debo preparar una estrategia para hacerla caer en mi pelea y neutralizarla, detalló.

A la Guerrera le inquieta un poco que Baby Doll posea una técnica depurada y se mueva bien por el cuadrilátero, además de que el pleito será en su casa, pero luego de 30 combates como profesional tiene las tablas necesarias para contrarrestar lo que podría ser un público hostil y los argumentos idóneos para evitar que la estadunidense pueda crecer en su boxeo.

Ideal, pelear en la Plaza México

Torres tiene plena confianza en triunfar a principios de año para que su promotor, Ignacio Huízar, busque formalizar la pelea con Juárez: es un pleito que la gente quiere ver otra vez y saber en definitiva quién de la dos es la mejor; por eso espera que puedan convencerla de aceptar la contienda.

Como esa pelea tiene mucho de especial para ambas, pues se merece un escenario grande, deberá ser la pelea estelar y creo que un buen sitio sería la Plaza México, donde han colmado las tribunas estrellas del boxeo nacional, y porque creo que con la gran promoción que ha tenido el boxeo de mujeres no habría problema para que haya una buena entrada.

Aunque con un lleno establecería una nueva marca para una función de pugilismo femenil, a la Guerrera eso no le importa mucho. Prefiero pensar en que Mariana la acepte, porque creo que ya quería cambiar de división, además de que sé que en otras ocasiones cuando se lo han propuesto no la ha querido agarrar, por lo que deja abierta la invitación para 2010.