Gabriel Pereyra está emocionado por disputar un Mundial de Clubes, es algo para lo que me preparé toda la vida, admite, pero no se deja encandilar por el nivel de los rivales que enfrentará el Atlante ni por las figuras internacionales que tendrá enfrente.

Aunque llegar a Emiratos Árabes es producto del esfuerzo, Pereyra señala: es el torneo más importante que podría jugar. Siempre he soñado con un Mundial de Clubes y a los 31 años no sé si tenga otra posibilidad.

También hay nerviosismo por la responsabilidad de cargar al plantel en sus hombros. Por eso, al igual que en su debut en la primera división, en River Plate, a los 18 años, contará con el apoyo de su padre, Hugo Antonio. También viajó a Abu Dhabi el papá del capitán azulgrana, Federico Vilar. Van a ayudarnos para que podamos estar fuertes y liderar al equipo, dijo.

Mientras la prensa especula sobre un posible partido contra el Barcelona, Pereyra responde tajante que antes deben ganar el primer juego (contra Auckland o Al Ahli) y, en caso de medirse al considerado mejor cuadro del mundo, el objetivo es jugarle de igual a igual y no me interesa la camiseta de nadie. Solamente estoy pensando en el partido. No es soberbia, sino compromiso, porque es excepcional la posibilidad de medirse con jugadores de la talla de (Lionel) Messi, de (Thierry) Henry, pero la tarea es clara: hay que competir de igual a igual con cualquiera.

El equipo ya tuvo dos prácticas en Abu Dhabi y debutará el sábado en el torneo que se inicia el miércoles.