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Para los escarlatas la falta de contundencia fue determinante en la serie ante Rayados

Monterrey elimina al Toluca y va a la final ante La Máquina

Esta vez los arribos de Sinha y Mancilla fueron infructuosos

La afición de los Diablos no cesó de apoyar a su equipo

Suazo reclamó en exceso su salida a Vucetich

Global de 3-1

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Aldo de Nigris recibe una patada en el intento de Manuel de la Torre por despejar el balónFoto Ap
Enviada
Periódico La Jornada
Lunes 7 de diciembre de 2009, p. 2

Toluca, 6 de diciembre. El Monterrey enfrentará al Cruz Azul en la gran final por el título del torneo Apertura 2009, tras empatar 1-1 (global 3-1) frente a un Toluca que llegó desahuciado a la cita, herido de muerte por los dos goles recibidos el jueves en el estadio Tecnológico, y que fue el reflejo de su estrella Sinha, quien se mostró luchón, pero sin magia ni gol.

La Pandilla se alista para su cuarta final, mientras el técnico Víctor Manuel Vucetich aspira a conquistar su segundo título, tras el conseguido en el Clausura 2003 con Tecos. Es la segunda vez que se enfrenta a Enrique Meza, pues se encontraron en semifinales de primera A: El Ojitos al frente de Potros Neza y Vucetich con Estudiantes.

Los Diablos Rojos arrancaron como se esperaba: volcados al ataque, impulsados por su apremiante necesidad de comenzar a remontar, pero llegaron con la presión asfixiándolos desde el inicio y su lucha se tornó infructuosa ante un Monterrey bien plantado a la defensiva, que pasó varios apuros, pero soportó el temporal y salió airoso tras los primeros 45 minutos.

Todavía no empezaba el partido cuando el grito alentador de ¡sí se puede, sí se puede! era entonado a coro por una afición habituada a presenciar volteretas y gestas heroicas de su equipo; sin embargo, esta vez los escarlatas intentaron explotar el carril derecho y luego probaron por el izquierdo, sin lograr fracturar la zaga regia, que se debatió con valentía ante la mirada de un nervioso Vucetich.

Al minuto cuatro Héctor Mancilla tuvo una buena oportunidad, pero prefirió dejarse caer en busca de la marcación de penal; cinco minutos después Raúl Nava se dio una media vuelta; sin embargo, su tiro se fue por un costado. El grito de Diablos, Diablos surgía con una potencia muy por encima de la que el equipo escarlata mostraba en la cancha.

El Monterrey comenzó a realizar descolgadas. Humberto Suazo tuvo un par de oportunidades, pero una la voló y otra fue bien resuelta por el portero Alfredo Talavera; enseguida el Toluca recurrió al tiro de media distancia, pero antes de irse al descanso los rojos pasaron un susto en otro arribo de los Rayados y Carlos Esquivel hizo providencial barrida para disolver el avance. El epílogo rumbo al vestidor fue un tiro de castigo de Israel López que pasó cerca del ángulo superior derecho.

Para el tiempo complementario la primera gran oportunidad fue roja; en forma increíble el chileno Mancilla desperdició un centro de Carlos Esquivel, al minuto 48. Aldo de Nigris respondió con un cabezazo cercano a la meta y los lamentos entre las filas rojas se hicieron una constante tras el tiro directo que Sinha remitió y que se escurrió a un lado del poste izquierdo de la meta defendida por Jonathan Orozco.

José Manuel de la Torre, timonel escarlata, agotó sus cambios: ingresó a los delanteros Vladimir Marín, Isaac Brizuela y Diego de la Torre, pero en el duelo de estrategas Vucetich replicó al primer movimiento con la entrada de Gerardo Galindo, posteriormente de Abraham Carreño y redondeó con Sergio Santana, quien entró en lugar de un desubicado Suazo que casi se lanza a agredir al técnico.

Carreño resultó el gran acierto, porque en un desborde de Walter Ayoví, el portero Talavera rechazó el esférico y Abraham arribó para clavar la estocada mortal, al minuto 71; el gol acalló el inmueble y sólo se escuchó el festejo desquiciado de la barra norteña La Adicción.

La virtud del Diablo fue que no bajó los brazos hasta que Brizuela marcó el tanto del honor, ocho minutos después, a pase de Diego de la Torre. De nuevo el estruendoso grito de ¡sí se puede, sí se...! retumbó por los cuatro costados. El Chepo de la Torre salió a arengar a sus pupilos, Diego Novaretti desperdició una inmejorable ocasión y por último todos reclamaron una mano de José Basanta, pero ya nada empañó el festejo de los Rayados.

Vucetich comentó: fue un partido complicado, sabíamos que Toluca se iba a tirar al frente desde el principio, pero mi equipo se mostró muy consciente, seguro, con mucha personalidad y la experiencia fue clave.

Expresó sentimientos de alegría y mucha satisfacción, y agregó que Cruz Azul también será difícil, pues cuenta con gente de oficio, empezando con Enrique Meza, a quien ya todos conocemos.

Respecto del reclamo descomunal del Chupete Suazo, señaló: los jugadores nunca quieren salir, y los insultos son parte de la calentura, se tiene que hablar internamente, y dijo que ni cuenta me di cuando el chileno lo quiso encarar; descartó cualquier sanción, pero agregó: sería triste que un jugador quiera estar por encima de sus compañeros y de la institución.

Por último, resaltó que la muerte de Antonio de Nigris es un factor que da apoyo moral, estamos en esa unión espiritual con Aldo y creo que nos ha impulsado a todos.

De la Torre se presentó con una sonrisa amarga e irónica: hicimos todo, el equipo jugó bien, pero ¿si no metemos los goles, entonces qué más se puede hacer? Resumió: Monterrey fue contundente y nosotros no. Fuimos eficientes mas no eficaces. Los jugadores Martín Romagnoli, Héctor Mancilla y Alfredo Talavera dijeron irse con amargura, pero reconocieron que a Diablos le faltó contundencia.