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Pide Manuel Zelaya a EU y países de AL abstenerse de avalar las elecciones en Honduras

Inicia Porfirio Lobo una ofensiva diplomática en busca de reconocimiento internacional

El martes estará en Costa Rica para reunirse con Óscar Arias, y a continuación visitará Panamá

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Una maqueta decorativa de un centro comercial de Honduras ilustra la historia del golpe de Estado con figuras alusivas al presidente estadunidense Barack Obama y a Manuel ZelayaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 6 de diciembre de 2009, p. 21

Tegucigalpa, 5 de diciembre. El presidente electo hondureño, Porfirio Lobo, quien asumirá el cargo el 27 de enero, iniciará el martes en Costa Rica una ofensiva diplomática por varios países en busca de reconocimiento internacional, dando la espalda al mandatario constitucional Manuel Zelaya que fue expulsado tras el golpe militar del 28 de junio pasado.

Estaremos en Panamá, en Costa Rica y de allí seguimos a otros países para solicitar que por lo menos se abran un poquito, afirmó en declaraciones a medios locales el ganador de las cuestionadas elecciones del 29 de noviembre, organizadas por el golpista Roberto Micheletti.

Lobo, miembro del derechista Partido Nacional, indicó que la primera visita de su gira será el martes en Costa Rica para reunirse con el presidente Óscar Arias, mediador en la crisis hondureña.

Su objetivo es urgir del reconocimiento para poder gobernar en Honduras, uno de los cuatro países más pobres del continente junto a Haití, Nicaragua y Bolivia.

La tarea del político-hacendado, de 61 años, se perfila difícil luego de que el Congreso hondureño rechazó el pasado miércoles por aplastante mayoría restituir a Zelaya para concluir su mandato el 27 de enero, como lo exigía buena parte de la comunidad internacional para reconocer los comicios y restaurar el orden democrático y constitucional.

El pueblo hondureño fue a las urnas, fue un proceso transparente, acudió masivamente a votar y tomó su decisión, así que lo demás cada quien con lo que es su responsabilidad en reconocer lo que es prácticamente enmarcado en la democracia, la libertad, afirmó.

Zelaya, quien desde hace más de dos meses permanece refugiado en la embajada de Brasil después de regresar clandestinamente a Tegucigalpa el 21 de septiembre, pidió a Estados Unidos y a las naciones de América Latina abstenerse de avalar las recientes elecciones, en una carta enviada al presidente Barack Obama y al resto de los mandatarios de la región.

Señores presidentes, agradezco su apoyo para rescatar la vigencia de la democracia hondureña, y de igual manera ratificó mi enérgico reclamo a los gobiernos que se han pronunciado en apoyo a las maniobras para blanquear el golpe de Estado avalando el proceso electoral espurio, señaló.

En su carta volvió a criticar la decisión del Congreso hondureño que cerró la puerta a su restitución, que era parte de un acuerdo firmado en octubre entre representantes de su gobierno y del régimen de facto, auspiciado por Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA).

La canciller zelayista Patricia Rodas también pidió a la OEA no reconocer al presidente electo Porfirio Lobo por haber ratificado el golpe del 28 de junio, y reclamó al organismo hemisférico que denuncie las violaciones a los derechos humanos y la persecución de Zelaya por los golpistas.

El señor que ha resultado favorecido (Lobo) es jefe de una bancada que el 2 de diciembre ha ratificado el golpe de Estado; la mayoría de sus diputados relectos avalaron la asonada y él mismo ha calificado la situación de su bancada como correcta. asentó.

Mientras que Estados Unidos reconoció rápidamente las elecciones, la Unión Europea (UE) calificó los comicios de paso significativo hacia delante, aunque lamentó las circunstancias anormales en que se desarrollaron.

En Portugal, los 22 países participantes en la XIX Cumbre Iberoamericana no lograron ponerse de acuerdo para emitir una declaración común sobre Honduras.

En contraste, en América Latina el panorama es más incierto. Colombia, Panamá y Costa Rica han mostrado abiertamente su disposición a reconocer el nuevo gobierno de Lobo. En línea contraria están Brasil, Argentina, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay y Uruguay, entre otros.

Pero la jefa de gabinete del gobierno de Brasil, Dilma Rousseff, declaró la víspera que la elección del domingo pasado en Honduras tendrá que ser considerada, contradiciendo al presidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien había dicho que no reconocería a Lobo si antes no era restituido Zelaya.

Nosotros no estábamos discutiendo la elección. Estábamos discutiendo el golpe de Estado. Hay una diferencia muy grande entre una cosa y otra, dijo Rousseff en una entrevista cuando iba a bordo de un tren en Alemania, donde acompaña a Lula en una visita.

En tanto, comerciantes del istmo centroamericano instaron en Costa Rica a la UE a reconocer al ganador de las elecciones en Honduras y, de paso, reiniciar a la mayor brevedad posible las negociaciones entre ambas regiones sobre un acuerdo de asociación.