Sociedad y Justicia
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Llaman a combatirla desde un enfoque interdisciplinario; no basta castigar, sino educar, dicen

En el origen de la violencia, un componente biológico y otro adquirido, coinciden expertos

Hallan correlación entre esa conducta y la contaminación, por los altos índices de plomo en la sangre

 
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de diciembre de 2009, p. 38

Médicos, biólogos, neurofisiológicos, sicólogos y siquiatras, reunidos en el Foro Interdisciplinario Orígenes de la Violencia en México, coincidieron en afirmar que el génesis de la violencia tiene un componente biológico y otro adquirido, por lo tanto, esta acción no se puede combatir sólo con castigo y persecución, sino con prevención y educación.

“Es necesario aplicar medidas de seguridad y contención, pero si eso es lo único que hacemos la violencia va a escalar.

Necesitamos recuperar tejido social y para ello es muy importante construir opciones de vida para los ciudadanos y, en particular, para los jóvenes” aseguró Clara Jusidman, consejera de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y presidenta honoraria de la asociación civil Incide Social que organiza este encuentro.

Esta forma exclusiva de enfrentarla está violentando aún más la precariedad de la convivencia y conllevan la violación de los derechos humanos de amplios grupos de población a los que con facilidad se les atribuye una culpabilidad no sustentada agregó.

Esta actividad, que continúa hoy, reunió en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología e Historia a especialistas de varias disciplinas para analizar los orígenes de la violencia en México y proponer enfoques alternativos de erradicación.

Martha Híjar Mediana, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública hizo un llamado a no naturalizar la violencia porque así se hace más difícil combatirla, y señaló que el análisis y ataque de la violencia deben ser interdisciplinarios porque ésta, si bien tiene una parte biológica, no compete sólo al sector salud.

“Por ejemplo, sólo llegan al servicio de salud 7 por ciento de los casos de violencia de pareja que genera daño de salud severo; esto significa que en el servicio de salud sólo estamos viendo la punta del iceberg del problema”.

Agresividad y dopamina

El químico del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, Luis Camilo Ríos Castañeda, explicó que los pacientes con síntomas de agresividad presentan en el sistema neurotransmisor un incremento de dopamina (asociada con la conducta de la impulsividad) y una disminución de óxido nítrico (vinculado con el sistema cognoscitivo).

Lo que encontramos en los pacientes que actúan con agresividad es que el cociente entre dopamina y óxido nítrico es tres veces mayor a aquellos que no la presentan aseguró.

También señaló que hay estudios que descubrieron que existe correlación entre la contaminación y la violencia, debido a que altas concentraciones de plomo en la sangre elevan la dopamina y bajan el óxido nítrico.

Recordó que desde 1997 las gasolinas, a diferencia de lo que ocurre con la vasija de cerámica vidriada en la que se alimentan muchos mexicanos, no contienen plomo.

Sin embargo, algunos autores argumentan que el efecto del plomo se da desde el útero materno, de ahí que niños dañados por la alta contaminación que se vivía en ciudades como la de México hace 20 años hoy están en prisiones.