Roma, 18 de noviembre. El director de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Jacques Diuf, lamentó la escasa participación de jefes de gobierno y de Estado en la cumbre sobre seguridad alimentaria, que concluyó aquí este miércoles, durante la cual destacó el compromiso de las naciones de América Latina por erradicar el hambre antes de 2025.

Diuf aprovechó este encuentro para solicitar 44 mil millones de dólares al año para reactivar el sector de la agricultura, clave para combatir el hambre, pero los países más industrializados que integran el Grupo de los 8 ofrecieron sólo 20 mil millones repartidos en los próximos tres años.

Naturalmente me hubiera gustado que todos los países estuvieran representados por sus jefes de Estado y de gobierno... sobre todo porque estamos convencidos de que los problemas de la agricultura van más allá de la competencia de los ministros del ramo, declaró durante la rueda de prensa final.

La cumbre de tres días, a la que asistieron 60 jefes de Estado y de gobierno, comenzó el lunes con la adopción de los 193 países miembros de la FAO de una declaración final en la que se comprometen a erradicar el hambre, pero sin fijar una fecha concreta ni otorgar fondos para lograrlo.

Diouf deploró de nuevo la ausencia de una fecha límite para erradicar el hambre, la cual había sido establecida en el pasado para 2025, pero tal objetivo no fue confirmado.

La declaración final fue calificada de insuficiente por buena parte de los países latinoamericanos, los cuales aprovecharon para presentar en la plenaria sus logros y denunciar las distorsiones en el comercio agrícola, los subsidios y el proteccionismo, tradicionales caballos de batalla del continente.

Tres presidentes latinoamericanos, la chilena Michelle Bachelet, el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y el paraguayo Fernando Lugo acudieron a esta cumbre para testimoniar el compromiso de América Latina en la erradicación del hambre antes de 2025.

Pensé que esa fecha podría servir de parámetro para los demás países del mundo, admitió Diouf, quien elogió la meta que el subcontinente se ha fijado y que inclusive un país pobre y devastado por los huracanes como Haití espera cumplir.

Se necesita voluntad y determinación política para combatir el hambre en el mundo, clamó el lunes el presidente brasileño, cuyo país es considerado por la FAO un ejemplo gracias al programa Hambre Cero.

Las más decepcionadas con los escasos resultados de la cumbre son las ONG que trabajan con las poblaciones más pobres del planeta, entre ellas Action Aid, Médicos Sin Fronteras, Oxfam y Vía Campesina.

Todas consideran que se ha perdido una oportunidad para resolver el problema y salvar al niño desnutrido que muere cada seis segundos en algún rincón del planeta.