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Los argumentos racistas de la derecha fracasan en la Cámara baja del Congreso de EU

Representantes aprueban la reforma de salud del presidente Barack Obama

Inusual y sorpresiva visita del mandatario al Capitolio para convencer a demócratas conservadores

Solamente un republicano votó a favor; 38 miembros del partido oficial, en contra o se abstuvieron

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Una opositora al proyecto del presidente estadunidense se manifiesta en el Congreso.Foto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de noviembre de 2009, p. 20

Washington, 7 de noviembre. El proyecto de ley de reforma y expansión del sistema de salud del presidente Barack Obama fue aprobado hoy en la Cámara de Representantes con 220 votos contra 215, dos sufragios más del mínimo requerido, en una votación que significó un triunfo para el mandatario demócrata, que dio el primer paso para la aplicación de su principal programa social propuesto durante la campaña electoral del año pasado.

El texto de la norma, que fue modificado en las últimas horas para enfrentar el rechazo, recibió el apoyo de un republicano y 219 demócratas. En los próximos días pasará al Senado para su análisis y eventual autorización.

Tras resistir durante semanas el persistente embate de la derecha, que se valió incluso de argumentos racistas y programas televisivos en horas de alto nivel de audiencia, la iniciativa llegó hoy a su última etapa en el proceso legislativo de la Cámara de Representantes y fue objeto de dos acaloradas discusiones en el salón de plenos, por la mañana y por la noche.

Los diputados comenzaron la tarde de este sábado el último debate de cara a la votación final, pero la presentación de argumentos de republicanos y demócratas dilató la decisión, prevista para las 10 de la noche, hora de Washington (21 horas de México), y consumada hasta después de las 11.

La disputa en torno a la reforma provocó la división de los demócratas en un bando en favor y otro en contra, que obligó a Obama a intervenir en las últimas horas en el debate con llamadas telefónicas a los legisladores indecisos de su propio partido y a opositores republicanos que no están aliados con la línea más conservadora.

El mandatario hizo hoy una inusual y sorpresiva visita al Capitolio, la sede del Congreso, para reunirse con la cúpula demócrata y superar el último escollo en el proceso legislativo: una votación en el pleno integrado por 435 diputados, en el que se aprobó dar paso a la sesión de debate sobre los aspectos medulares de la ley, contenida en casi 2 mil páginas.

La transformación del sistema de salud tiene como objetivo principal que 36 millones de estadunidenses dispongan de un seguro médico y no dependan de los servicios privados o de la contratación de seguros con empresas.

También dispone la prohibición de prácticas aplicadas por compañías aseguradoras que niegan la cobertura o encarecen los precios para personas con fuertes daños en su salud, lo que según datos difundidos por la prensa precipita la muerte de unas 18 mil personas, cada año, en este país de unos 300 millones de habitantes.

Tras la aprobación, la normatividad será aplicada a un costo de 2 mil 500 millones de dólares y significa el mayor cambio en el sistema de salud desde que en 1965 fue aprobado el programa Medicare, que garantiza la atención a los ancianos. La reforma del sistema de salud fue una de las principales promesas de campaña de Obama, quien asumió la presidencia el 20 de enero pasado.

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Un sacerdote católico contrario a la iniciativa es sacado del recinto legislativoFoto Reuters

La Casa Blanca no informó oficialmente de los puntos abordados por el presidente con los diputados, pero según el Washington Post en su edición en Internet, Obama afirmó estar absolutamente confiado en que ustedes, muchachos, van a lograr que esto se haga y que en el futuro recordarán la votación como un hecho histórico y un momento culminante en sus carreras políticas.

Aunque los demócratas cuentan con 258 representantes, hay algunos que estaban en contra. Entre ellos Ike Skelton, de Misuri, quien ha sido relegido desde 1977 y se educó en escuelas militares. Otro era Jim Marshall, de Georgia, veterano de guerra.

Una de las quejas que expresaron los conservadores republicanos y demócratas a la ley es la posibilidad de que los fondos sirvan para la práctica del aborto, por lo que, según fuentes legislativas, los defensores de la reforma se han esforzado en ofrecer garantías de que las pólizas de seguro no se utilizarán de esa forma.

Los legisladores también han manifestado objeciones sobre la posibilidad de que los inmigrantes indocumentados puedan acceder al seguro médico general.

Algunos demócratas conservadores deseaban que la versión de los diputados excluyera explícitamente que los inmigrantes indocumentados puedan comprar seguros de salud, ni siquiera con sus propio dinero. En los términos originales del proyecto, los indocumentados están impedidos de recibir subsidios oficiales a través de los mercados de opciones de seguro que se tiene previsto crear, pero les autoriza la adquisición de las pólizas con sus recursos.

Mientras los legisladores se disponían a iniciar el debate en el salón de sesiones en la mañana de hoy, en las calles de Washington cientos de personas movilizadas por organizaciones conservadoras se manifestaron en contra del proyecto de reforma demócrata.

La inusual sesión sabatina estuvo marcada desde el primer momentos por un duro intercambio entre demócratas y republicanos. Los legisladores llegaron a primera hora de la mañana para discutir y votar sobre el último debate de la reforma, previo a la votación.

Las intervenciones de los demócratas fueron varias veces interrumpidas por republicanos que gritaban “‘¡objeción, objeción!” El presidente de la sesión, John Dingell, se vio obligado a exigir orden en la sala y les pidió a los republicanos apegarse a las reglas.